¿Cuantos edificios más?
Por: Consuelo Elipe
La Navidad es una época maravillosa en la que uno se da el tiempo de ver a los amigos, e incluso dar un paseo por zonas de Puerto Vallarta que normalmente no hace por falta de tiempo.
Y eso me ocurrió estos días pasados en los que pude salir a hacer unas cosillas y saludar amigos, y me tocó pasar por Basilio Badillo. Y de verdad se me acabaron los emoji, qué pena que aquí no pueda poner 1 millón de caritas llorando y otro millón con las manos en la cabeza y los pelos de punta.
De repente se hizo de noche y la montaña y la luz del sol desaparecieron para dar paso a unos edificios monstruosos a los dos lados de la calle que me dejaron con el corazón encogido y un sentimiento entre perplejidad, enfado, asombro y tristeza sin fin.
Ya los había visto ir creciendo, pero nunca imaginé la dimensión y la sensación de que ya no hay vuelta atrás en este horror y esta destrucción de nuestro querido pueblito. Siempre queda la esperanza de que la ley, la sensatez, el corazón de alguien a quien le importe detengan algo así, pero no ha ocurrido.
Yo pregunté hace tiempo por esto, y claro, me dijeron que los permisos son anteriores, pero incluso así ¿de verdad no se puede hacer nada?, y ¿qué pasa con ese reglamento en el que se supone existe, de que sólo se podía construir hasta 3 alturas?
Entiendo que en este momento alguien o varios “alguien”, se hizo rico y más rico con todo lo que pasa, a alguien que le debería dar vergüenza de ni siquiera seguir viniendo por Puerto Vallarta, pero la vergüenza en estos casos no existe, y cuando hay dinero por medio todo desaparece.
¿Cómo alguien puede decir que representa la voluntad de los ciudadanos y hacer algo así?, ¿de verdad hay que creer que no hay gente decente?, ¿qué no hay políticos decentes? Yo quiero creer que sí los hay, tiene que haberlos. Tiene que haber personas que les importe lo que queda para la posteridad, que no es capaz de destruir lo que queda del pueblo solo por enriquecerse.
Además a esta gente que lo propuso y firmó con toda probabilidad no les hace ni tanta falta el dinero…
Y quienes los van a comprar seguro serán en su mayoría extranjeros que les importa un pepino la historia o la parte romántica del tema, porque parece que muchos serán para rentarlos con AIRBNB. ¡Creo que no me gusta nada AIRBNB! A veces de verdad soy anti progreso total, muchas de las cosas que la tecnología nos ha traído ¡son para mal! Y dicho de paso sigo sin entender el anuncio de Airbnb, eso de vaya a Tokio como en casa…pero, ¿quién quiere ir hasta Tokio a hacerse unos huevos revueltos y un café?, si el chiste es salir y conocer todo lo nuevo, pero en fin ese es otro tema.
El tema es que parece que quien tiene que entender, aun no se ha dado cuenta que sin lo que nos distingue como destino turístico, ¡no tenemos nada! Sin el pueblito mexicano, que se cansan de nombrar y presumir, sin sus calles empedradas, sus casas bajitas y el encanto de lugar pequeño no hay NADA. ¿De verdad construir moles de 8 pisos es lógico?, ¿es correcto?, ¿es moral?, ¿está dentro de la ley?
Por favor recobren el sentido, abandonen la avaricia extrema y no permitan que este paraíso muera. Hay otras zonas donde poder hacer bloques altos, hay lugares que podrían tener este tipo de edificios, porque incluso podríamos entender que hay que crecer, pero no nos hagan creer que lo que está pasando es lo correcto porque no lo es. Tratemos de todos poner un granito de arena al menos expresando nuestra opinión, manifestando lo que pasa, medios de comunicación, personas particulares…no miremos para otro lado. Es Puerto Vallarta lo que nos estamos jugando, y para siempre.