¿Cuál es el verdadero problema?

“Sabemos que no podemos detener cada acto de violencia, cada acto de maldad en el mundo, pero tal vez podemos evitar uno”.

Anónimo

 

Nestor Cabral Biurcos

Por: Nestor Cabral Biurcos

En las escuelas existen factores que no siempre nos dejan concentrarnos a nuestro máximo potencial. Ya sea alguna pelea con algún amigo, o tu pareja, tal vez problemas en casa o una mala calificación, son razones que, para nosotros son suficientes, a veces, para no estar enfocados en lo que deberíamos. Es complicado, y creo que lo puede ser aún más cuando se vive con la constante preocupación de que alguna tragedia pueda pasar en cualquier momento, porque no sabes si confiar en el grupo de personas con el que pasamos todas las mañanas, cinco de siete días a la semana. Con esto me refiero al miedo de que una de estas fatalidades donde uno de tus ¨amigos¨ atenta a la vida de otros con algún arma de fuego.

Es lamentable la situación que se está viviendo hoy en día en distintos puntos de México y Estados Unidos –por hablar de un lugar que vive esto constantemente. Afortunadamente no me siento con ese miedo y angustia de que una tragedia me pase o pueda pasar, pero creo que es un tema que debe ser de mayor preocupación y atención de la que se le está dando.

Actualmente en mi escuela, algunos alumnos del consejo estudiantil tomaron iniciativa de promover sesiones de pláticas donde nos mantienen informados y atendidos sobre estos temas, sobre cómo evitarlos, lo cual es lo más importante, prevenir antes de que algo mayor pueda pasar.

Sin embargo, como escuché a un compañero decir mientras teníamos esta clase de pláticas y seminarios. ¿Por qué nos tuvimos que esperar hasta que pasara algo así para empezar a tomar más en cuenta el tema? Muchos de mis amigos, incluyéndonos, coincidimos en que estas clases de pláticas no se tienen que tener sólo porque algo ya pasó, ya que considero que el problema no sea precisamente sobre el control de armas de fuego o la facilidad con la cual se pueden adquirir en algunos lugares, pero más bien la causa principal de esto, sería un problema en sí en la sociedad de jóvenes que viven con miedo, aislados, con poca atención y deprimidos por distintas razones.

Si no existieran razones para que las personas que han realizado estos actos en los que atentan con la vida de otros, entonces no tendríamos un problema, por eso creo que la solución no sea simplemente ser más estricto con el control de armas, que no me mal interprete, no estoy defendiendo la facilidad que existe de tener un arma de fuego, ya que no estoy de acuerdo y pienso que es un problema serio de igual manera.

Solemos no decirlo, solemos no expresarlo, pero todos pasamos por malos momentos, simplemente es imposible estar bien todo el tiempo todo con lo que vivimos y sobre todo en esta etapa de la nuestra. Por eso, considero que es importante que así como existieron personas dispuestas en mi escuela a enfrentar esta realidad, se nos siga educando y hablando de estos temas de salud.

Creo que todos merecemos un ambiente para estudiar donde estemos seguros y nos sintamos en paz con nosotros y con los demás. De nada sirven más distracciones y factores que no nos dejen aprovechar nuestra educación al cien por ciento como deberíamos, y la salud mental es algo muy, muy importante.

Saber que algo así nos está afectando, ya que cada vez que un incidente de este tipo pasa, afecta a toda la comunidad de estudiantes, incrementa los miedos y preocupación de que alguna vez podamos ser víctimas de algo así.

Creo que existen soluciones, creo que hay razones suficientes para pensar que algo serio, desde hace mucho tiempo se debió hacer o se debió empezar, para evitar más ataques, tristemente la realidad es que no veo que a gran escala haya un plan o una propuesta clara para esta situación.

No quiero sólo plantear una idea negativa acerca de este tema, más bien mis motivaciones para escribir sobre este tema son que, las personas que estén leyendo esta columna, de alguna manera contribuyan con lo que esté a su capacidad para contrarrestar este problema tan serio. Uno de los consejos que se nos dieron en las sesiones de los ¨school shootings¨, fue que fuéramos más inclusivos con todos, ya que por más sencillo que suena, simplemente no lo hacemos. Denunciar cualquier tipo de comportamiento inusual, con pensamientos suicidas o depresión puede salvar vidas, y es nuestra obligación hacerlo con el fin de ayudar y nada más que eso. Se debe trabajar en conjunto por una causa, de no ser así, no habrá cambios y es claro que se necesita uno. Gracias por leer y que tenga un excelente día.