Benditas siestas

SanaMente / Ana Paula González Toledo / Médico Psiquiatra

La antigua costumbre de echar una pestañita es una forma de mantenernos sanos

La antigua costumbre de echar una pestañita es una forma de mantenernos sanos. Algunas investigaciones indican que el hombre primitivo dormía varias veces día, pero abandonó esa costumbre para adaptarse a ritmos de vida cada vez más rápidos.

En los últimos cien años, las exigencias de la vida moderna son cada vez mayores, por lo que hemos perdido al menos dos horas diarias de sueño. La mayoría de nosotros al estar libre quiere relajarse cuando sale de trabajar, y recientemente eso significa conectarse a redes sociales, hábito por demás insano. Lo mejor sería que, cuando la energía es adecuada en la mañana y las personas requieren una segunda taza de café o alimento azucarado para poder llegar alerta a la cena y se tiene tiempo libre, lo usemos para tomar una pequeña siesta. Y es que realmente son muchos los beneficios físicos y mentales de hacerlo, como los siguientes:

  1. Previene las cardiopatías. La siesta ayuda a disminuir en un 37% el estrés y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
  2. Reduce la tensión arterial. Quienes duermen una siesta diaria de entre 45 minutos y una hora tras haber soportado un día de estrés y tensión psicológica ven disminuir su presión arterial y su ritmo cardiaco.
  3. Aumenta la concentración y facilita el aprendizaje. Aquellos que duermen la siesta rinden más por las tardes y aumentan en un diez por ciento su capacidad de aprendizaje. El descanso tras el almuerzo aumenta la productividad de los trabajadores y el rendimiento escolar de los niños.
  4. Mejora los reflejos. Un estudio de la NASA a 747 pilotos demostró que aquellos que dormían una siesta diaria de 26 minutos cometían un 34% menos errores en el trabajo y duplicaban sus niveles de alerta.
  5. Fomenta la positividad. Los individuos que duermen la siesta y pasan por la fase REM aumentan su receptividad ante la expresión facial de felicidad, mientras que quienes no lo hacen manifiestan más ira y miedo.
  6. Mejora el estado de ánimo. La serotonina es un neurotransmisor que regula el sueño, el apetito y el estado de ánimo. Y dormir inunda nuestro cerebro de serotonina, lo que nos proporciona una sensación de satisfacción y bienestar

Sin embargo, como bien sabemos todo en exceso es perjudicial, y hacer siestas mayores de 2 horas pueden impedir que la persona duerma de noche. Para que las siestas sean efectivas en términos de salud, hay que cuidar que se den alrededor de las 3 de la tarde, que se lleven a cabo en un ambiente con clima estable y de preferencia menores a 30 minutos y no más de una hora.

Ahora sí, con toda la confianza y las razones científicas en mano, a dormir se ha dicho.