Análisis situacional para detectar problemas en la empresa familiar

Empresa Familiar / Por C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas

Para lograr un crecimiento sostenido de la empresa familiar hay que tener los ojos bien abiertos

La diferencia entre una decisión realista y un anhelo es el análisis eficiente y sistematizado de la información.

 “Nada duele más que tener que pagar un impuesto sobre ingresos… excepto por no tener ingresos sobre los que tener que pagar un impuesto sobre ingresos. Thomas Robert

Muchos amigos, emprendedores todos en alguna época de su vida, me han llegado a decir, cada uno a su debido tiempo, que si hubieran sabido todo lo que implicaba emprender probablemente no se hubieran atrevido a hacerlo. “¡Bendita ignorancia!”, me dijo uno de ellos, y luego sonrió.

Quizá esto sea verdad en un principio, pero cuando el negocio tiene éxito, crece y se hace más complejo, la ignorancia deja de ser una ayuda, ya no digamos un lujo, y se convierte en una debilidad mortal. Como sabemos, más del 90% de las empresas en México son familiares, y las cifras son similares en el resto del mundo. El fundador de esta empresa familiar arranca el negocio porque es visionario, arriesgado y, casi siempre, bueno para vender, pero con el paso de los años las habilidades de las que necesita echar mano para mantener la empresa a flote deben ser otras. Como nadie es todólogo en esta vida, el nuevo rol del fundador gira alrededor de una tarea: encontrar a gente más calificada que él para que lo sustituya en funciones clave como operaciones, finanzas, mercadotecnia, recursos humanos etcetera, y apoyarlos para que puedan tener el mejor desempeño posible.

Lo que el fundador no puede delegar (si escoge mantenerse como la cabeza de la organización), es la planeación estratégica. Y aunque es él quien debe tomar las decisiones, esto no significa que no pueda apoyarse de colegas y asesores externos que dominen ciertas metodologías para tal efecto, como lo es el diagnóstico situacional. Esta herramienta de planeación estratégica se utiliza para conocer la situación actual de una empresa y luego identificar qué obstáculos impiden su crecimiento o supervivencia; es una recopilación de la información de diferentes áreas de la organización para tomar una “fotografía” de su estado actual, en ámbitos como los siguientes:

● Cómo se gobierna la empresa y cómo se toman las decisiones.

● Cuáles son los objetivos y estrategias que se tienen actualmente.

● Cuál es el estado financiero del negocio.

● Cuál es la estrategia de comercialización y cuáles son sus resultados.

● Cómo es el proceso de producción de la empresa y cuáles son sus procesos.

● Qué tanto valor agregan los departamentos de apoyo, como Recursos Humanos y Sistemas.

¿Cuáles son los típicos problemas que aparecen cuando se hace un diagnóstico situacional en la empresa familiar? Además de obstáculos esperables como el mal estado de la economía o la escasez de una materia prima o la competencia, la empresa familiar debe lidiar con problemas únicos, por ejemplo:

● Confusión de roles: Miembros de la familia que, por su condición de dueños, empiezan a tomar decisiones en áreas que no les corresponden.

● Confusión de cuentas bancarias: Las finanzas de la familia y las de la empresa no se separan; la familia utiliza a la empresa familiar como una fuente monetaria para solventar sus deudas personales.

● Luchas de poder: Los hermanos compiten por ser el heredero, o el Consejo de Administración no está de acuerdo con el sucesor designado por el fundador, por lo que la empresa no reconoce su autoridad, haciendo su labor mucho más complicada.

Como podemos ver, para lograr un crecimiento sostenido de la empresa familiar hay que tener los ojos bien abiertos, empezando por lo que sucede dentro de nuestra propia casa. No olvidemos el viejo refrán que nos lo recuerda y advierte: “En casa del herrero, azadón de palo”.