¿Y ahora qué hará el PAN?

Percepciones

La naturaleza de un partido político es representar a la sociedad y de ninguna manera debería ser utilizado para satisfacer egos. ¿Alguien le puede decir eso a Anaya ahora que está sufriendo en el anonimato el repudio de sus militantes?

Roberto Franco Briones

El PAN que dejó Ricardo Anaya a Damián Zepeda deja mucho que desear al PAN de cuándo ganó la presidencia Vicente Fox, poco queda de esos entusiastas que pensaban que no iba a haber quién los detuviera. Vaya, es aún más triste decir que poco queda del PAN del 2015 que se llevó muchas gubernaturas.

Lo peor es que al parecer no es culpa de sus militantes, sino de su presidente, quien se subió a un ladrillo y no hubo nadie que lo pudiera bajar. Al grado de arriesgar no sólo su carrera profesional, también la reputación y el empleo de cientos de políticos.

Algunos de los militantes decidieron mudarse a MORENA como Gabriela Cuevas, otros decidieron lanzarse de forma independiente como Margarita Zavala y algunos más salieron expulsados como Ernesto Cordero y Eufrosina Cruz.

Políticos de carrera que no están solos, políticos que arrastran a una comunidad de personas que los apoyan y que Acción Nacional, de la mano de sus dirigentes, los dejó ir por arrogancia. Por creer que lo podían todo a pesar de lo que dijeran las encuestas.

¿Del PAN qué es lo que queda? Unas gubernaturas que no sabemos si vayan a preservar en las siguientes elecciones, algunos diputados y pocos senadores. Del PAN del 2000, del 2006 e incluso del 2012 con todo y la terrible pérdida de Josefina Vázquez Mota no queda nada, Ricardo Anaya se lo llevó todo.

La naturaleza de un partido político es representar a la sociedad y de ninguna manera debería ser utilizado para satisfacer egos. ¿Alguien le puede decir eso a Anaya ahora que está sufriendo en el anonimato el repudio de sus militantes?

El niño maravilla lastimó la imagen del partido de manera casi irreversible y la verdad es que todavía no logramos saber cómo trabajarán para recuperar la confianza de su gente y la de la ciudadanía. Porque la verdad con tan pocos representantes en las cámaras no les va a quedar más que hacer ruido de su trabajo, colaborar con las buenas iniciativas y señalar el descontento cuando las propuestas estén en contra de los ciudadanos.

Aquí les va una idea. Al fin el PAN es la derecha y el partido electo es la izquierda, lo cual debería indicar que encenderán la llama de la discusión mediática e internamente cuando no estén de acuerdo en algo en señal de que están trabajando y son fieles a sus ideologías, ayudando así a generar credibilidad de nueva cuenta. Sin embargo esto tiene que estar acompañado de un dirigente que tenga autoridad moral, ¿quién será?

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