Nuestro mal nacional, la violencia y sus puntos de análisis
Dr. Jesús Cabral Araiza / Educación y parentalidad
En 1930 ya señalaba Freud en su obra, “el malestar de la cultura” que, la agresión consiste en la combinación de Eros con la pulsión de muerte. El organismo vivo se defiende de la superposición de la energía pulsional de diferentes maneras desviándola, deformándola, utilizando su cuerpo, agrediendo, transfigurándola en pulsión de destrucción o agresión.
La agresividad siempre actúa mezclada con la pulsión sexual. La podemos encontrar en el sadismo, en el masoquismo o en diversas formas como síntomas contra sí mismo que establecen una relación imaginaria y narcisista. Pues bien, y antes de ponernos muy técnicos, conviene ahora hablar en términos más coloquiales sobre un mal, -violencia- que, desde mi muy particular punto de vista, atañe a todos, y no por pensar que estamos ajenos a los hechos directamente, no tenemos nada que ver con ello.
Los hechos recientes en el llamado “día más negro para el futbol nacional”, no son otra cosa que otra manera de expresar el malestar social que tiene sus orígenes, tanto en factores individuales como socioculturales. Trataré justamente en estas líneas de proponerles algunos puntos de análisis y acciones de afrontamiento.
Para entender algunos de los orígenes, les propongo la consideración de estos factores como antecedentes:
- Desintegración familiar producto de, hijos no deseados y no atendidos, carenciados en sus necesidades psicoafectivas.
- Falta de enseñanza ejemplar de parte de los padres a los hijos en valores y respeto social.
- Condiciones de confinamiento combinadas con escases de buen ingreso y satisfactores básicos de vida (casa, alimento entre otros).
- Displicencia, impunidad o carencia de aplicación de las leyes vigentes, si existen leyes, su aplicación es gran parte del problema.
- Proliferación de grupos criminales asociados a las drogas y el alcohol.
- Necesidades psicológicas no resueltas y no atendidas en gran parte de la población violenta, por no decir que todos.
- Enajenación de los medios sin propuestas de calidad para la población abierta de todas las edades.
- Falta de programas de gobierno de los tres niveles como alternativas de salud integral suficientes y funcionales (Unidades deportivas, talleres de artes, recreación diversa y sana, entre otros.
Y ante este triste panorama ¿qué podemos hacer si tenemos alguna profesión o actividad productiva licita? Pues, justamente lo mejor que este en nuestras manos, entre otras cosas:
- Orientar profesionalmente a la población, acorde a nuestra profesión y con ética y valores congruentes.
- Siempre buscar el fomento de cultura de la paz, equidad de género y la conciliación.
- Tener un plan de vida positivo y alentador, trabajar todos los días en él.
- Buscar superarnos, escolarmente, físicamente, socialmente.
- Buscar el bien del otro por medio de valores y empatía, hacer algo bueno al menos una vez al día como tarea.
- Aprender una nueva profesión y fomentar un hábito saludable.
- No juzgar al otro, mejor buscar apoyar en sus metas o al menos escuchar y comprender.
Espero que de algo sirva la propuesta de estos puntos para su consideración y acciones, yo le deseo lo mejor y que cada día se supere además de ser feliz. Gracias por su lectura.