¿Qué hay detrás de los embutidos?

Los embutidos son parte de la gastronomía de diversos países, a pesar de su abundante consumo alrededor del mundo, no dejan de ser controversiales por su tipo de elaboración y su composición.

En nuestro país, son muy demandados, son una alternativa fácil cuando no hay tiempo de cocinar, cuando se sale de paseo, cuando se lleva una dieta, en algunos casos porque el precio no es muy elevado, pero, sobre todo, es el favorito de los niños.

En una ocasión tuve la oportunidad de platicar con una persona que atiende el área de estos productos en un supermercado, recién había entrado de encargada y comentó no creer llegar a la meta de venta, pero para su sorpresa fue mucho más lo que se vende, es un básico, uno de los favoritos que no puede faltar en el carrito de compras de la familia.  

Lo que debemos considerar es que muchos de los embutidos tienen una publicidad muy engañosa, y en muchas ocasiones no estamos seguros o no somos conscientes de que lo que estamos consumiendo no es saludable, ya que no mencionan de forma clara su contenido y debido a esta publicidad creemos que, sí, son una buena alternativa, cuando en realidad el contenido de proteínas es insuficiente y de una muy baja calidad.

¿Sabías que los embutidos tienen un alto contenido de nitrato de sodio, grasas saturadas, aditivos, colorantes, conservadores, y están asociados con diversas enfermedades como el cáncer, la diabetes, y la hipertensión?

Esto sin dejar de lado la mezcla rosa “pink slime” un aditivo alimentario a base de desechos y subproductos cárnicos con un tratamiento químico para que sea legalmente apto para el consumo humano.

En definitiva, los embutidos, son altamente tóxicos para la salud, lo ideal es no consumirlos, o si lo prefieres que sea esporádicamente.

Mi invitación es que leas a detalle el contenido de ingredientes del producto que vas a adquirir, y seas consciente de llevarlo o no en tu carrito de compras para compartirlo con tu familia.

Lo más sorprendente es que el consumo de estos productos va en aumento, a pesar de la cantidad de investigaciones realizadas en años pasados, donde se ha demostrado que no son nada de beneficiosos para nuestra salud, la realidad es que está en nosotros seguir o no consumiendo estos productos.

Fuentes: Organización Mundial de la Salud (OMS) La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), El Poder del consumidor.

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