Barandal con motivos Wixárrica
Este barandal se encuentra detrás de la réplica de “El Niño Sobre el Caballo de Mar”, instalado en 2011 en el Malecón, al comienzo de la calle de Iturbide. Fué diseñado por West 8 Urban Design & Landscape Architecture b.v., subcontratista de Trama Arquitectos SC/Estudio 3.14, para proteger de accidentes al público en ese punto tan expuesto al oleaje, y al mismo tiempo para que sirviera de punto de contemplación de la bahía y de sus espectaculares puestas de sol. Actualmente muy pocos se fijan en él o lo utilizan, a causa de lo llamativo de las letras con diseños tomados de las pinturas de Manuel Lepe, que forman las palabras “Puerto Vallarta” y que prácticamente tapan su vista por completo, pues se alinean a un lado y otro de “El Niño Sobre el Caballo de Mar”.
El barandal, curvo y un tanto ondulado, está formado por la repetición de una escena mitológica wixárrica, calada en lámina de hierro y soldada, en la que alternan la flor del peyote, el mara’acame, el venado, el águila, el coyote, los primeros antepasados, las madres de la lluvia… y que se corresponde con los mosaicos taraceados con guijarros puestos en el pavimento del Malecón, también diseñados por West 8 como un homenaje, por una parte a esta técnica urbana ornamental, característica de Puerto Vallarta, y por la otra a la nación wixárrica, que peregrinaba a la Bahía de Banderas desde antes de la conquista española para adorar a Aramara, su diosa marina.
Sostienen el barandal dieciséis postes de lámina de hierro.
Un pasa manos de madera cepillada y barnizada, fijado con pernos, se encuentra sobre el barandal.
La ejecución del barandal varió del diseño hecho por West 8 en cuanto se refiere a su fijación en el pavimento, como se puede ver al comparar el proyecto con la obra realizada.
Trama Arquitectos SC/Estudio 3.14, los contratistas que fusionaron en una sola plancha de concreto la banqueta y el arroyo del Paseo Díaz Ordaz con el Malecón, decidieron utilizar postes para sostener el barandal, los que necesariamente tenían que ser visibles, se pusieran por el frente o por la parte de atrás. Decidieron ponerlos por el frente del barandal. Los postes, por consiguiente, se pusieron al revés desde el principio. Si los postes de sustentación hubieran quedado del lado del mar, y del lado del Malecón la escena wixárrica reiterada en el barandal, dicha escena habría estado en posibilidad de ser apreciada por más transeúntes. Al haber quedado frente al público, los postes atraían la atención sobre sí mismos y distraían de la escena mitológica misma, haciendo que pocos se fijaran en ella a pesar de ser repetitiva.
La oxidación constante de los puntos de sustentación y la dificultad de que el barandal se mantenga atractivo, a pesar de la importancia del sitio en que está, es otra consecuencia de la decisión de la utilización de postes de fierro anclados en el pavimento.