Día del hombre, ¿qué celebrar?
“La igualdad de las mujeres debe ser un componente central en cualquier intento para resolver los problemas sociales, económicos y políticos.”
Kofi Annan, ex secretario de la ONU
El pasado diecinueve de marzo se conmemoró un día llamado “Día del Hombre”. En México igual se celebra ese día aludiendo al día de San José. Pero quizás algunos de ustedes se preguntarán si es en serio o es broma, no se apure amable lector, a más de alguno nos pasó igual. Es claro que o en todos los países del mundo se conmemora o celebra igual y por diversas razones históricas y culturales al respecto.
En 1999, por iniciativa del Comité Internacional del Hombre, en Trinidad y Tobago se proclamó el Día Internacional del Hombre, un evento anual celebrado cada 19 de noviembre. Dentro de los objetivos de este día internacional están la salud de los hombres y del niño, la mejora de las relaciones de género, la promoción de una mayor igualdad de género, y la puesta en relieve de modelos masculinos positivos. Sus pilares fundamentales son:
- Promover modelos masculinos positivos: Hombres cotidianos con vidas decentes y honestas.
- Celebrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad, comunidad, familia, matrimonio, cuidado de niños y el medio ambiente.
- Centrarse en la salud y el bienestar social, emocional, físico y espiritual de los hombres.
- Poner de relieve la discriminación contra los hombres.
- Mejorar las relaciones de género y promover la igualdad de género, y
- Crear un mundo más seguro y mejor.
Pero hablemos de nuestro país y circunstancias. Realmente muy contados los espacios y los ámbitos de “celebración”, dadas las circunstancias en las que el género masculino nos vemos en los reflectores de una sociedad marcadamente machista, misógina, discriminativa y algunos otros defectos de nuestra forma de interacción, principalmente con el género femenino. De ahí que no veo motivo para celebrar mas allá de los escasos ejemplos en los que en efecto, hombres logran algún punto de los señalados por la OMS.
Por otra parte, si hacemos un pequeño análisis, vemos con profundo pesar y vergüenza, cómo los modelos positivos masculinos, se desdibujan ante el avasallante ejemplo de lucha y resiliencia de las mujeres. Ellas que son resilientes por naturaleza y circunstancias, nos ponen ejemplo a diario en muchos aspectos en los que nosotros fallamos. Son capaces de enfrentar la critica cotidiana, incomprensión, acoso y hostigamiento, entre otros aspectos negativos que los hombres hemos creado en su entorno cotidiano. Nosotros mismos no somos capaces de mostrar vulnerabilidad ante frustraciones de vida o circunstancias adversas como los hacen ellas. Nuestros modelos positivos de masculinidad se diluyen ante las acciones desatinadas cotidianas que realizamos en pro de ser los más fuertes, los líderes, los jefes, entre otras concepciones erradas que nos hemos construido.
En fin, no terminaría de desarrollar esta autocritica, mejor opto por hacer una propuesta a tiempo con la idea de que el próximo 19 de noviembre o marzo podamos celebrar con orgullo ese día nuestra masculinidad, propongo:
- Evaluar individualmente nuestras actitudes hacia las otras expresiones de género y sexualidad a fin de mejorar la interacción.
- Hacer acciones que muestren mayor sensibilidad y expresión de los afectos sin pensar que deteriora nuestra masculinidad.
- Promover entre niños y niñas el pensamiento crítico de nuestras acciones basadas en género, buscando modelos realistas y respetuosos.
Le mando un fuerte abrazo amable lector y lo invito a promover acciones de mejora para una sana masculinidad.