10 de septiembre día mundial para la prevención del suicidio

El tema -suicidio- debe hablarse para poder identificar, tratar y sobre todo prevenir

SanaMente

Dra. Ana Paula González Toledo

Psiquiatra

Sanamente.psiq@gmail.com

La conducta suicida no es exclusiva de las personas que padecen una enfermedad mental, se encuentra en algunas culturas como la japonesa, como un acto que se realiza cuando se pierde el honor, o como la máxima expresión de fe dentro de algunas religiones, ya sea suicidio colectivo o individual.

La información relativa a la tasa de suicidios, proviene fundamentalmente de los certificados de defunción y de los informes procedentes de las investigaciones judiciales, por medio de las cuales se estima que es la causa de un millón de muertes anuales, ocurriendo un suicidio en el mundo cada 40 segundos, pero es muy probable que el verdadero índice esté subestimado.

Se trata de un grave problema de salud pública mundial, un fenómeno que ocurre en hombres y mujeres de todas las edades, etnias, credos, ingresos, niveles educativos y orientaciones sexuales, por lo que no hay un perfil típico del suicida. Con estas líneas, pretendo ayudar al lector a identificar la conducta suicida que se presenta más comúnmente en la población y no se lleva a cabo con fines culturales o religiosos.

La conducta suicida se define como un continuum que inicia con ideas de muerte, donde el individuo se ve atraído por la temática, imagina y se cuestiona como serían las cosas si no existiese, y habitualmente se responde a sí mismo con desesperanza, por ejemplo: “No creo que haría una diferencia si no estoy”, habitualmente estas ideas pasan desapercibidas por la persona y las personas a su alrededor, comienzan a presentarse los deseos de muerte y se manifiestan con pensamientos de tipo: “Quisiera dormir y no despertar”, “Me gustaría simplemente irme, a donde sea, pero irme”, nos habla de un “preferiría no estar aquí”, que es lo que nos interesa detectar.

Dentro de la escala de gravedad, lo que sigue es la ideación suicida, y los profesionales de la salud mental la identificamos a través de frases y conductas que el individuo emite como: “Creo que existen muchas formas por medio de las cuales alguien podría quitarse la vida”.

Si no se detectan y se intervienen estos 3 primeros estadios, y la persona sigue bajo los efectos de la enfermedad mental, aparecerá la planeación suicida, que a diferencia de las etapas previas, es difícil que la persona exprese estos pensamientos de forma espontánea, se requiere que exista confianza para que las comunique, y en la clínica se presentan más o menos así; “He pensado que durante la mañana entre semana que no hay nadie en la casa, pueda yo…”

Como lo ilustra la imagen, la mayoría de las personas reciben atención en el intento suicida, es decir, cuando alguien termina expresando de una u otra forma las ideas y deseos que ha estado teniendo, por medio del gesto suicida y/o las autolesiones.

Los gestos suicidas son actos peligrosos deliberados y evidentes, por poner un ejemplo; “tomé mucho alcohol y manejé a toda velocidad por la carretera, llovía mucho, no veía el camino, pero eso no me importó”. En algunas otras ocasiones no hay duda que el gesto suicida lleva consigo la finalidad de obtener algún beneficio, por ejemplo “pensé que si ella se enteraba que yo estaba grave en el hospital, volvería conmigo”, incluso cuando esa sea la finalidad, nos habla de que la persona no logra mantener un deseo constante por la vida, y es sinónimo de una gran patología, por lo que no debería de ser tomado a menos.

Las autolesiones se observan cuando alguien se lastima a sí mismo por medio de cortes con objetos punzocortantes, rasguños, ingesta de sustancias, o incluso ayunos prolongados, cualquier cosa que termine dañando a la persona.

Los motivos son muy variados, y van desde el “lo hago para sentirme vivo “, “no merezco comer”, “me golpeó la cabeza contra la pared como castigo por ser tan tonto”, por poner algunos ejemplos. De cualquier de las formas que se trate, hay que tomar muy en serio las autolesiones, ya que se ha visto que un porcentaje considerable de las personas que se autolesionan consumarán el suicidio.

Como se aprecia en la imagen, es de suma importancia detectar la conducta suicida mucho antes de entrar al estadio señalado por la flecha, puesto que el proceso no tiende a retroceder sino a avanzar. A pesar de la incomodidad que aun genera el tema -suicidio- debe hablarse para poder identificar, tratar y sobre todo prevenir.

Dra. Ana Paula Gonzalez Toledo. Psiquiatra. Sanamente.psiq@gmail.com www.facebook.com/sanamente.psiquiatria/