Y se repite la historia

Hablemos en serio / Javier Orozco Alvarado / Profesor e Investigador de El Colegio de Jalisco, A.C.

A lo largo de nuestra historia, México ha estado lleno de vende patrias y de traidores a la nación; desde la llegada de los españoles con la Malinche, hasta las épocas más recientes de la mano de una enorme corrupción.  Por eso hemos perdido nuestros territorios, nuestras riquezas nacionales y hasta la dignidad. 

Tanto los intereses personales como las diferencias ideológicas, han sido durante cerca de dos siglos las causas por las cuales nuestro país ha sido objeto de invasiones, saqueos y el control externo de nuestro territorio.

Un claro ejemplo de traición a la patria fue la del presidente Antonio López de Santana, quien en 1854  vendió más de cien mil kilómetros cuadrados de nuestro territorio a los Estados Unidos, recibiendo como recompensa su respectiva comisión;  después, entre 1863-1864, el país fue entregado por Juan Nepomuceno Almonte al emperador Maximiliano de Habsburgo, quien en alianza con la iglesia y los conservadores, gobernó  el país hasta 1867, fecha en que Benito Juárez toma el poder y recupera la nación.

A pesar del enorme esfuerzo que hicieron los gobiernos posrevolucionarios para nacionalizar el petróleo, los ferrocarriles y la electricidad durante los gobiernos de Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos; fue con la llegada de los gobiernos neoliberales de Carlos Salinas,  Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, cuando se vuelven a entregar en manos de extranjeros las empresas nacionales como Telmex, Ferronales,  minería,  electricidad, Pemex y  aguas federales.

Por eso, el rechazo de los diputados del PRI, PAN, PRD y MC a las iniciativas del presidente Andrés Manuel para nacionalizar la energía eléctrica; es un claro ejemplo de traición a la patria, porque siguen defendiendo las privatizaciones que los presidentes emanados de estos partidos emprendieron en favor del saqueo y  de las empresas extranjeras establecidas en el país.

Traición a la patria es la postura del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno (Alito),  quien previo a la sesión del Congreso, declaró textualmente: “… no vamos a aprobar una reforma que atente contra las empresas que han depositado su confianza en el mercado y en nuestro país. No vamos a permitir una reforma que comprometa la posición de México en el escenario internacional por incumplir con los compromisos en materia de energía…”

Traición a la patria es  ir, como lo hizo PRI, PAN y PRD, ante la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a solicitar (como Nepomuceno)  la intervención de este organismo por supuesta violación de los derechos humanos a quienes votaron en contra de una reforma eléctrica que pretendía devolver la industria eléctrica (CFE) a los mexicanos.

Traición a la patria es, como lo establece el Capítulo I  del Código Penal Federal, Art. 123, Fracción I.- “Realizar actos en contra de la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero.”

Es de entender que la nación está frente a una oposición rabiosa, llena de ira; a los que une el sentimiento de odio y frustración por haber perdido democráticamente la elección presidencial en 2018.  Por eso el actual gobierno se  enfrenta a una oposición sin ideas, sin capacidad para recuperar la confianza de los mexicanos, quienes creyeron primero en el PAN; después nuevamente en el PRI y que tenían alguna esperanza en MC, quien ha traicionado también recientemente a las mayorías.

Estamos ante una triste oposición que pretende seguir protegiendo al INE para evitar  su democratización y  obstruir la reforma política que elimine los plurinominales, quienes son los clientes cautivos de partidos y grupos de poder político. No contentos con todo lo anterior, siguen amenazando también con frenar las reformas a la Guardia Nacional para seguir lucrando con la inestabilidad que beneficia a  narco políticos y narco gobiernos vinculados a estos partidos políticos que conforman el autodenominado bloque VA POR MÉXICO, que encabeza el potentado Claudio X González.