Relaciones interpersonales sanas
Por: Néstor Cabral Biurcos
“El ingrediente más importante en la fórmula del éxito es saber llevarse bien con las personas.” -Theodore Roosevelt
Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha sufrido por cambios en su naturaleza y forma de vivir que lo ha hecho dependiente de ciertas cosas. Hoy en día podemos ver cómo una persona difícilmente podrías sobrevivir sin servicios eléctricos y de agua, o contar con un celular para comunicarse de distintas maneras y redes sociales.
Así como hay elementos de los cuales nos hemos hechos dependientes por los cambios en nuestra rutina, también existen otro tipo de factores de los cuales como necesidad biológica somos dependientes, así como la comida que consumimos y el oxígeno que respiramos, existe algo más que cumple con resolver uno de los miedos más grandes de nuestra especie: el estar solo.
Podrá haber personas que no compartan mi forma de pensar, mas indiscutiblemente, la soledad es una de las peores situaciones de la cual podría ser víctima cualquiera.
En la vida, habrá pocas cosas las cuales nos saquen adelante para garantizar un futuro. En artículos anteriores expliqué y hablé sobre el valor de la educación y lo importante de desarrollarla al máximo, y expliqué que su importancia es inmensa. Mas aprender a tratar a las personas y desarrollarte con relaciones sanas es otra parte fundamental del éxito al que todos aspiramos. Puede que haya personas extremadamente listas y aplicadas, pero mientras ese tipo de personas no sepan relacionarse con otras y no cuenten con este tipo de habilidades sociales, las cuales son muy necesarias, nunca saldrán adelante.
Existen varias maneras de perfeccionar y de enriquecer las habilidades interpersonales, muchas de ellas se aprenden y se las asimila de la familia en la que estás desde una temprana edad. Al mismo tiempo, tener una relación sana con tu familia es sin duda importante. Es importante conocer y aprender de las demás personas, tomar lo bueno e intentar lo malo no practicarlo. Pero aquí es donde es importante aprender a seguir un paso esencial para perfeccionar las habilidades sociales. Identificar qué tipo de amistades y relaciones se tienen es algo de suma importancia. Con eso me refiero a saber escoger con quién uno se relaciona y saber observar si dicho vinculo es beneficioso o en otro caso, no lo sea. La confusión entre saber si las relaciones son o no beneficiosas puede ser difícil, a nosotros como jóvenes se nos hace difícil conocer la diferencia, ya que por nuestra poca experiencia de vida podemos considerar que perder dicha amistad o relación, la cual es notoria es ¨toxica¨ por la llamarla de una manera, llegamos a pensar que nuestra vida se verá arruinada por alejarnos de ciertas personas, cuando puede que el efecto sea todo lo contrario.
A través de mi vida he pasado por etapas de amistades de las cuales he aprendido y me han ayudado a crecer como persona y formarme como individuo. Me considero alguien que cuenta con lo necesario para relacionarse con las personas con cierta facilidad, y me gusta, y mucho, conocer nuevas personas y hacer amigos, ya que las amistades y mis relaciones son lo que, a largo plazo, nos sacará adelante como personas, y sin pensar que somos amigos por cierta razón, una amistad no debe ser ciega, en el sentido de que las verdaderas amistades no se forman por la busca de conveniencias.
Así como la idea de hacer nuevos amigos, puedo decir con certeza que en mi vida tengo verdaderos amigos como dedos en la mano, y me sobran dedos. Esto no lo veo como algo triste, todo lo contrario, ya que esas personas son para mí lo más importante y sé que contar con ellos y tenerlos en mi vida es un privilegio. Al mismo tiempo pienso que si nos damos tiempo para aprender de las demás personas, es sorprendente lo que se puede llegar a tener al final o la facilidad con la que las cosas puede cambiar en tu vida.
Los invito a que practiquen el relacionarse con las personas, y que, de ser tímidos o tímidas, consideren lo importante que puede ser esta habilidad. Una amistad verdadera es sin duda, lo mejor que le puede pasar al hombre