Niños, sin filtros

Letras Sahumerias / M en E Marisú Ramírez

Tenemos en nuestras manos, el futuro de una generación de niños sumamente inteligentes

“Los niños y los jóvenes están llenos de energía, ideas y esperanza para el futuro. También están enojados con el estado del mundo.” UNICEF

Todos hemos sido niños en el pasado, pero los niños de hoy son un verdadero enigma, tanto para la ciencia como para la sociedad. Su futuro incierto, es percibido por la mayoría de ellos de forma muy complicada.

Es cierto, cada época trae consigo aparejados un sinfín de factores que determinan al ser humano adulto. Podría decirse que los niños de hoy son individuos demandantes, complicados y hasta cierto punto insufribles, pero también son muy vulnerables por el alto impacto de mensajes “sin filtro” que reciben cada día. Ni que decir de los riesgos latentes a cada paso.

Por lo anterior, sería oportuno revisar en este punto álgido de la historia de la humanidad, lo que se sabe sobre el desarrollo evolutivo de los niños, pero más urgente y necesario es, investigar lo que no se sabe aún sobre ellos.

Es importante recordar que, en épocas pasadas los niños estaban más protegidos sobre los acontecimientos violentos que se generaban, tanto en su entorno como en el mundo, pero ahora, con el incremento de las tecnologías de la información y las redes sociales, los menores están severamente expuestos a conocer la cruda realidad.

A menudo los padres de familia no saben cómo explicar a sus hijos, temas tan escabrosos como la violencia de género, el secuestro, la trata de personas, el maltrato animal, el aborto, y tantos otros temas que anteriormente era muy difícil que los niños se enteraran. Por lo regular, los padres procuraban mantener este tipo de hechos deleznables lejos de los ojos y los oídos de sus pequeños, pero ahora, es bastante complicado esconder la realidad y, por lo tanto, también lo es responder los cuestionamientos de un niño sobre cómo funciona el mundo.

Desafortunadamente ya no se pueden reservar las respuestas, los niños disparan las interrogantes, y la mayoría de las veces los padres de familia no están preparados para responder de manera acertada, positiva y ecuánime.

Al respecto, la escritora y pedagoga chilena, Gabriela Mistral mencionó que “Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy”.

Por lo tanto, las consecuencias de vivir en esta época saltarán únicamente cuándo estos niños sean adultos. Para lo cual se requerirán años de investigación para determinar las consecuencias socio-antropológicas de crecer sin filtros y en medio de una muy cruda realidad. En otras palabras, sería como precisar el proceso de interacciones permanentes, además del flujo de vínculos que incluyen lo simbólico, emocional, económico, biológico y espiritual.  

Sin embargo, pocos están interesados en comprender el salto tan grande que está dando la humanidad con esta generación de niños, la cual debería estar preparada no sólo para ellos, sino también para recibir a la que se avecina, ya que se están generando importantes cambios físicos, neuronales y sociales de los que sabemos poco o casi nada. Por ello, es menester invertir en los niños y en su educación, ya que todavía queda mucho por descubrir y sus misterios se mantienen a pesar de los grandes avances en ciencia y tecnología y, en general, en temas de pedagogía moderna.

Para finalizar, es importante comprender que tenemos en nuestras manos, el futuro de una generación de niños sumamente inteligentes, ya que sus procesos cognitivos están fuertemente determinados por el cúmulo de información y de tecnologías de las que disponen. Pero, el cómo cultivamos esas pequeñas almas y de qué llenamos sus corazones, eso sí será determinante… ¡Así, sin filtros!