La política, elemento primordial

Humberto Famanía Ortega

Vayamos de la crítica constructiva a la acción, exijamos resultados a nuestras autoridades

Hoy en día los servidores públicos confunden constantemente el concepto de política, al tratar de ubicarse como funcionarios públicos para hacerse acreedores a esta actividad sin saber su digno significado. Al analizar este concepto, nos daremos cuenta que hemos ultrajado esta palabra a su más alta concepción. He tratado de estudiar definiciones para interpretarla con mayor claridad y la más sencilla resulto señalar: Un quehacer ordenado al bien común. De ahí que la podemos definir como una doctrina, arte o ciencia.

Al tener la oportunidad de poder servir y no servirse de un  puesto público, es como podemos privilegiar esta actividad. Desgraciadamente, la mayoría de las veces no se cumple, parece que ya hemos enviciado este concepto que debería de ser norma para lograr cumplir con los compromisos pactados con honradez, capacidad y trabajo organizado. El ejercicio de la política en el sector público, permite gestionar los activos del estado nacional, también resuelve conflictos el interior de las sociedades lo que por resultado permite la cohesión social siempre privilegiando el dialogo.

Es importante de agarrar al toro por los cuernos en esto de la administración pública, y que nuestras autoridades se conviertan en verdaderos gestores de la obra pública prioritaria, dejando a un lado las de relumbrón, y perdiéndose en discusiones estériles al tratar de culparse unos a otros. Es urgente el tener verdaderos funcionarios públicos que amen esta tierra, y griten a los cuatro vientos que desean un mejor trato en las participaciones federales y estatales, para esto se necesita constancia, capacidad, honestidad con planeación integral para seguir atrayendo turismo e inversiones.

Vayamos de la crítica constructiva a la acción, exijamos resultados a nuestras autoridades, es por eso que reciben un salario digno, fue su voluntad trabajar para su comunidad. Me irrita el que se aprovechen de los puestos públicos para enriquecerse, causando total desconfianza entre los ciudadanos. Los delitos también son por causas de ineptitud mostrando nula capacidad para dar solución a problemas de su competencia. Aquí todos los sectores de la población deben de involucrarse para que unidos resolvamos nuestras propias necesidades. Los vallartenses debemos de estar siempre puestos a lograr que nuestro municipio salga adelante para que haya prosperidad.

Es el tiempo de hacer un alto para evaluarnos como ciudadanos bien nacidos y bien paridos, con producción programada y distribución equitativa para obtener  mayor bienestar creciente y armónico.

Mucho nos ha dado este lugar de prodigio, devolvámosle mucho de lo que ahora necesita, actuando con un sentido de verdaderos patriotas. Sabemos que el progreso no lo podemos frenar, pero con orden, sin ambiciones desmedidas, pensando en el beneficio de todos y no de unos cuantos irresponsables, ya que será el propio pueblo  el juez implacable  de la historia, todo a su debido tiempo.

Lo importante es que todos nos conocemos y sabemos de qué pie cojeamos; la mayoría de sus habitantes hemos salido beneficiados de las bondades de este rincón de la costa de Jalisco lleno de potencialidades. Son muchos los ingresos económicos en materia de turismo que se obtienen, hablo de esto porque nuestra economía, desde hace muchos años, depende de esta noble actividad. La verdad es una industria sin chimeneas que nos da múltiples satisfacciones.

-.Me atrevo a decir que, la sociedad en que vivimos sufre de lo que llamaríamos anemia espiritual, es la hora de fortalecer el alma y templar la voluntad ante los embates de la vida.-