La escultura del Presidente Lázaro Cárdenas

Lázaro Cárdenas

Voceros Incansables

Por Félix Fernando Baños

fbanoslopez80@gmail.com

La escultura del Presidente Lázaro Cárdenas fue la segunda que se instaló en la plaza que lleva su nombre, el cual se le puso en 1987 al transformarse en la principal de la colonia Emiliano Zapata, cuando ocupó todo el terreno destinado originalmente a la Presidencia Municipal de Puerto Vallarta.

Muchos se han preguntado qué hace allí esa escultura cuando en la colonia Lázaro Cárdenas, hay una glorieta construida para ella, frente a la Cruz Roja, que hasta la fecha sigue vacía.

Everardo Novoa, Presidente de la Asociación Lázaro Cárdenas, se propuso hacerla y ponerla en la glorieta. Pero sorpresivamente se le adelantó el michoacano Máximo Cornejo Quiroz, quien la encargó a la escuela de artes plásticas de la Universidad Nicolaíta. Fue fundida en Morelia. Quizá sea una obra colectiva, porque no está firmada por ningún autor.

Máximo quería la estatua de su ilustre paisano para instalarla en un terreno ajardinado de su propiedad, ubicado entre el destinado a la Presidencia Municipal y la playa de Olas Altas, pero el ingeniero Alberto Uribe Valencia, encargado de la Junta Federal de Mejoras, organismo que administraba la zona marítimo-terrestre, obligó a que se quitara de allí por carecer de la autorización correspondiente. La estatua del Presidente Lázaro Cárdenas tuvo que resguardarse entonces en el hotel “Delfín”.

Cuando el Presidente Municipal Arquitecto Jorge Leobardo Lepe García decidió construir la Casa de la Cultura de Puerto Vallarta, aprovechando la obra negra que había dejado su antecesor don José Vázquez Galván para Presidencia Municipal, que estaba rodeada por una plaza en cada extremo, le preguntó a Máximo Cornejo Quiroz si estaría dispuesto a donar su escultura para ponerla en la del poniente, Máximo aceptó y cumplió su promesa cuando el siguiente Presidente Municipal Licenciado Aurelio Juventino Rodríguez Garza decidió demoler la obra negra dejada por don José Vásquez Galván y destinar los cinco mil metros cuadrados del terreno solamente a plaza. Y como la única escultura de cuerpo completo era la del Presidente Lázaro Cárdenas, donada por Máximo, se le puso su nombre a toda la plaza, desapareciendo la plaza Emiliano Zapata erigida en 1978 al oriente del terreno, aunque el busto del General siguió allí hasta 1997.

En este bronce a la cera perdida, patinado en verde, Lázaro Cárdenas se representa de pie, vestido con traje de civil, y saludando a la multitud con el brazo derecho a la altura de la cabeza, mientras mete la mano izquierda bajo la solapa del saco, al comienzo del pecho

En 1987 se puso la escultura al poniente de la plaza, con la cara vuelta hacia el kiosco. Se ancló en un pedestal cúbico revestido con piedra negra, sobre el que se asentó una pirámide truncada de base cuadrada, cubierta de cantera café claro. Se demolió el pedestal en 2006 cuando se construyó el estacionamiento para automóviles.

La estatua se trasladó en 2007 al oriente de la plaza, y se instaló sobre un cilindro de concreto martelinado color naranja.