Inicio de ciclo anual
“La vida no tiene control remoto, así que levántate y cámbialo.”
Sushil Singh
Los seres humanos dentro de nuestra amplia gama de complejidades, somos ritualistas. Culturalmente hemos aprendido a seguir tradiciones y costumbres que pasan por medio de la historia oral o la historia escrita, e incluso con las simples acciones ritualistas de danzas, cantos, ceremonias o tradiciones diversas motrices.
En este inicio de año, las tradiciones no son la excepción. Muchas personas abarrotan los gimnasios, muchas con el serio y firme propósito de esculpir sus cuerpos y lavar un poco la culpa de las ingestas desbordantes de las festividades decembrinas –que de hecho alguna continúan- (rosca de reyes, tamales, entre otras-, el caso es que dentro de esos rituales y costumbres, está el de tener propósitos, ya hemos hablados de los mismos en diversas oportunidades y solo a manera de introducción mencionaré que, los mimos deben ser realistas y alcanzables, pues de otra manera serán frustrantes y en menos tiempo de lo esperado se abandonarán.
Claro está que, no todas las personas tienen la paciencia y dedicación para ser constantes en sus propios propósitos, regresando con la horda de gente en los gimnasios, muchos –la mayoría- no llega al mes, puede preguntar en los gimnasios que guste si tiene dudas. Algunos otros, de hecho, solo pagarán los tres o seis meses de inscripción e irán una semana o un día. Pero más que esta actividad física, deseo referirme a otros propósitos profundos del afecto humano. Por ejemplo, ser mejor persona, o al menos una mejor versión de la persona que recién, culminó el año.
En este punto la cosa se pone mayormente compleja, pues cambiar hábitos y actitudes es de lo más complicado que sabemos sucede con la psicología de cualquier ser humano. También es claro que aun cuando sea altamente difícil y arduo, la tarea no es imposible. Pero, ¿qué se requiere para producir esos grandes cambios? Mismos que hagan y transformen a una persona en esa mejor versión, a veces incluso idealizada de sí mismo.
Pues bien, hablemos de algunos de esos aspectos, por principio considero que debe existir una motivación, misma que solo cada ser humano que se plantea un propósito sabe cuáles la motivación – incluso en ocasiones no lo sabe o no le es del todo claro- recordemos que pueden existir motivaciones desde el inconsciente que guían las acciones de muchas personas para hacer diversas cosas. Pero una vez que la motivación es suficiente, prácticamente no hay imposibles. Salvo los límites de la propia persona o las circunstancias implícitas de sus deseos. Podemos ver a lo largo de la historia, ejemplos de hazañas y deseos logrados que en la lógica regular parecían imposibles.
Otro aspecto sin duda importante es la constancia, muchos propósitos quedan truncos al no considerar la cantidad de tiempo y energía o recursos que podrían llevar los objetivos buscados y lamentablemente pronto se pierde el interés al no tener un logro significativo, es decir, la paciencia y perseverancia van apareadas de este aspecto no menos importante para la consecución de logros importantes.
Existe una frase de Usain Bolt que es muy clara el respecto, él señala “Yo entrenaba 4 años para correr solo 9 segundos. Hay personas que, por no ver resultados en 2 meses, se rinden y lo dejan. A veces el fracaso se lo busca uno mismo”. Una de las mejores explicaciones al respecto de la constancia.
Pueden existir muchas otras palabras importantes para lograr los propósitos, pero hoy trataré de ir cerrando estas palabras con una de mis favoritas, valentía, pues para vivir sin duda se requiere. No sabemos que vendrá, como no lo sabíamos el 2018, aun cuando siempre hay agoreros del desastre, y por lo visto siempre los habrá. También debemos escuchar a los empecinados optimistas que buscan cargarnos las pilas con acciones y reflexiones que nos hagan ser mejores cada día. Por tanto, revise bien sus propósitos y tenga fe en ellos, al igual sea realista, perseverante y valiente, ya está aquí en este mundo compartiendo viejos anhelos con seres muy similares a usted. Vale la pena luchar por un mundo mejor y ese mundo inicia por la conquista y conocimiento de uno mismo. Un fuerte abrazo amoroso a mi mujer, hijos, mi nuera, familia Mehta y todas mis hijas adoptivas, que sea un excelente año para todos.