Idas y vueltas de un Prócer
Voceros Incansables / Félix Fernando Baños
En la entrega anterior se comentó la atinada develación que hizo el actual Ayuntamiento de la estatua del General Emiliano Zapata junto al mercado municipal de la colonia que lleva su nombre, terminando los dieciocho años en que estuvo olvidada por la falta de civismo de las administraciones anteriores.
En 2012 hubo un intento de volverla a instalar. A los seis años de que nadie sabía dónde estaba, uno de sus donantes, el señor Humberto Guadalupe Esparza Flores, exigió al Ayuntamiento 2010-2012 que se la devolviera. El Ayuntamiento reaccionó emitiendo el Acuerdo de Cabildo del 7 de julio de 2012, que aprobaba el Dictamen del Regidor Miguel de Jesús González Guerra, donde se proponía que la escultura, una vez recuperada, se instalara en un Parque Emiliano Zapata con el respaldo de los vecinos, aproximadamente en el mismo sitio de donde se quitó el busto de Emiliano Zapata en 1978. Para lograr el cumplimiento del Acuerdo, se creó una Comisión Edilicia Transitoria encabezada por el mencionado Regidor González Guerra.
Dicha Comisión Edilicia Transitoria tuvo que actuar con premura, tanto porque le quedaba poco tiempo de ejercicio, como para tranquilizar al nervioso donante. Si la Comisión no hubiera tenido prisa, le habría quedado en claro que no era lógico instalar una estatua de tres metros de altura en la misma ladera de donde se había quitado un busto de cincuenta centímetros por estar en un espacio reducido e inadecuado. También le habría quedado en claro que la estatua del General Emiliano Zapata es la figuración de un personaje señero de la historia de México y sumamente importante para Puerto Vallarta por el pasado agrario de nuestra ciudad, por lo que necesitaba ubicarse de manera destacada a fin de que la representación cumpliera con su razón de ser, habiendo sido ésa la causa de que el Presidente Municipal ingeniero Eugenio Torres Ramírez ordenara trasladar su anterior busto a un lugar más visible, a pesar de estar en un rinconcito agradable y poético, pero que era inadecuado para celebrar actos cívicos en memoria del prócer, siendo sólo visitado por pocos turistas. Finalmente, ese tramo de la calle Púlpito, sin dejar de ser peatonal como era en 1978, en 2012 había acentuado considerablemente su flujo de tránsito, al grado de considerar la instalación de un malacate. Modificar las instalaciones de la calle para instalar la escultura habría sido entorpecer torpemente una vialidad necesaria, afectando a los vecinos y dificultando la actividad turística.
De todas maneras, el cruce de las calles Olas Altas y Púlpito nunca se remodeló ni los vecinos cumplieron con su promesa de apoyar al Regidor Miguel de Jesús González Guerra, para construir el parque que sirviera de emplazamiento a la estatua del General Emiliano Zapata. Es más, el Ayuntamiento tampoco recogió la escultura de donde estaba almacenada, ni pagó el adeudo que se tenía por su almacenamiento, puntos también constitutivos del Dictamen y ordenados por el Acuerdo de Cabildo.