Focos amarillos con la juventud
Educación y parentalidad / Por: Dr. Jesús Cabral Araiza

“La moderación, la tolerancia y la justicia rigen el corazón y desarman el descontento”. Francisco de Paula Santander

Es lamentable el panorama en general para la juventud en Puerto Vallarta, pero, ¿a qué me refiero? Pues, en general, a las prospectivas de desarrollo económico, psicoemocional, de emprendimiento y, en resumen, a las posibilidades de desarrollo armónico a las que se enfrenta un joven en esta ciudad.
Sé muy bien que hemos hablado en otras oportunidades de la necesidad de buscar alternativas al malestar psicológico de los jóvenes por ellos mismos, pero quizás falta abundar en las condiciones socioeconómicas que los rebasan y para las cuales muchas veces quedan en la indefensión.
Vayamos por partes. Es estupendo que un joven entre los 18 y 24 años estudie su licenciatura para salir adelante. Pero, ¿Cuántos de ellos encuentran un trabajo bien remunerado en su área de estudio? Si bien es verdad que posiblemente requieran estudios de posgrado, no significa que con una licenciatura no pudieran desempeñarse dignamente, ¿no es así? Pues bien, sabemos que dicha licenciatura no es lo mismo en los setenta que ahora. También vale la pena analizar algunas condiciones del mercado laboral de la región, por ejemplo:
- Una economía que gira directa o indirectamente en relación al turismo (siendo este muy volátil).
- Relaciones laborales abusivas, en donde muchos negocios consideran las propinas como parte del salario, evitando pagar uno digno y bien remunerado.
- Insuficientes y mal equipadas unidades deportivas.
- Proliferación de negocios de ocio para el turismo internacional en los que prolifera el alcohol como principal fuente de “diversión”.
- Insuficiente infraestructura para los locales a fin de acceder a lugares de recreación natural en playas, ríos o montaña.
- Salarios deplorables y costo de vida muy alto.
- Aumento significativo de las condiciones para la estadía de nómadas digitales, propiciando una gentrificación en aumento.
- Costo de casas, rentas o terrenos inalcanzables para un joven con los salarios a los que accede regularmente el joven trabajador en Puerto Vallarta.
Es decir, en resumen, hay pocos incentivos para un joven que nace y quiere seguir arraigado en su región y ciudad. ¿Acaso a las autoridades en turno se les olvida que gobernar es crear condiciones de equidad y justicia para todos, principalmente para las clases más necesitadas? Pues a los empresarios internacionales, que solo extraen capital de la región y dejan poca o no significativa ganancia en esta ciudad, ya se sabe que saben cuidarse solos.
A todos los que hemos observado recientemente una marcha de jóvenes protestando por estas condiciones injustas y que se pueden revertir con inteligencia y valentía, no debería sorprendernos si en un futuro cercano encontramos cada vez con más frecuencia este tipo de protestas que claman por justicia. Se puede, si existe la voluntad y capacidad.
No debería sorprender entonces si esta protesta, que representa un foco amarillo, puede escalar de color. Pues la gente enfadada por las mismas condiciones socioeconómicas eventualmente sabrá que ya no tiene nada que perder y sí mucho por lo que puede luchar. O, ¿Cómo creen que inician las revoluciones?