El valor de atreverse

Educación y parentalidad / Jesús Cabral Araiza

El triunfo es para los que se atreven a decir, “sí se puede y lo voy a intentar”
Educación y parentalidad Dr. Jesús Cabral Araiza

“Cualquier hombre, a lo largo de su vida, se verá enfrentado a su destino y tendrá la oportunidad de convertir un puro estado de sufrimiento en una hazaña interior. Piénsese.”

Víktor Frankl

En fecha reciente, hemos tenido oportunidad nuevamente de comprobar cómo los seres humanos somos muy peculiares respecto al tema del esfuerzo, la envidia, el reconocimiento y la gratitud.

Trataré de explicarme, vimos la pelea del Canelo, claro que cada quien vio lo que quiso ver; algunos vieron una derrota contundente y la frustración incluso de ver perder su apuesta económica por su peleador favorito, otros más reconocieron la superioridad del rival, pero solo unos pocos se dieron cuenta de que el Canelo se atrevió a salir de su zona de confort para enfrentar un peleador en su peso natural, un campeón igual que él a intentar arrebatar un trofeo en otra categoría, con todos los riesgos que implicaba, principalmente el descontento social, por que igual hay que señalar que económicamente no le perdió ninguno de los dos peleadores.

Ahora bien, es un hecho que en el inconsciente colectivo hay algo llamado “aspiración proyectiva”, que es cuando imaginamos que nuestros líderes deportivos, individuales y colectivos, logran hazañas en nuestro nombre o bien, que sus logros nosotros los consideremos propios, cuando tristemente la mayoría de las veces ni en la vida nos hacen.

De igual forma es lamentable que no tengamos el valor moral de reconocer como importante, la valentía que tiene alguien diferente a mí, de atreverse a lograr cosas más grandes de las que ya ha obtenido, no solo en el terreno deportivo, hablo de cualquier actividad humana en la que se requiere de esfuerzo, constancia y dedicación.

Tristemente, observo gente joven que ronda los veinte años, ya “cansada” no sé de qué, pues no se nota que han trabajado por muchas décadas en algún proyecto, o que sus años de servicio en alguna actividad los hayan dejado agotados al grado de exigir semana de recuperación, no, tristemente basta hoy en día, para agobiar a muchos de ellos, pedirles hacer una tarea o hacer una cuantas lecturas, en muchos casos es pereza mental, pero en otros igual es necesario decirlo, sí ha pasado la condición de pandemia una factura, y esta consiste en que después de dos años de actividad escolar virtual, les parece muy complicado escuchar concentradamente una clase, preguntar, redactar, proponer, formular preguntas, o ya ni hablemos de hacer un mapa conceptual.

La juventud tiene que reflexionar profundamente si quiere de verdad hacer algo con su vida, y trabajar en ello todos los días, esforzándose y sorteando obstáculos, o esperar a que otros hagan las cosas por ellos. La historia tiene bastos ejemplos de quienes solo se quejan, y de quienes se atreven y logran grandes cosas para ellos y otros. Procuremos no criticar al otro si se atreve a ser mejor, a retar al destino, a su suerte, al rival más fuerte, de otra manera no deberíamos de acuñar la palabra valentía o la de hazaña. El triunfo es para los que se atreven a decir, “sí se puede y lo voy a intentar”. Pase un excelente día y aprenda a afrontar sus retos personales.