Discriminación en escuelas

Juventud en nuestra comunidad

Nadie nace buenos ni malos hábitos, esos se hacen y se aprenden de lo que vemos, oímos y vivimos a una temprana edad

Nestor Cabral Biurcos

¨Todos los hombres son iguales. La diferencia entre ellos no está en su nacimiento, sino en su virtud¨

-Anónimo

Por tediosa que podamos considerar la escuela, su importancia en la formación académica de nosotros, los jóvenes, es indudable. Todos hemos pasado un mal rato en el que nos quejamos de algo que nos molestó en ese lugar, ya sea porque pensamos que hay una sobrecarga de tarea, o tal vez algún maestro que no nos termina por caer bien, o posiblemente una pelea con amigos que no nos hace tener un muy buen día. Siempre existirán factores que nos hagan no estar completamente concentrados y afecten nuestra formación académica.

En este caso me gustaría hablar de un problema muy constante y al mismo tiempo delicado. Me gustaría dar mi opinión acerca de la discriminación que hay en las escuelas, ya sea económica, social, por preferencias sexuales, o simplemente por diferencias de gustos. Es difícil, de una u otra manera, estar enfocado en algo tan importante como nuestra educación, y factores como la discriminación y el bullying, lo complican aún más y atrofian nuestra enseñanza.

¿He sido víctima de algún tipo de discriminación o acoso en mi escuela? La respuesta sería un sí, no recientemente, pero no podría negar que lo he sido. ¿He sido causante de algún tipo de acoso o discriminación? La respuesta, honesta y tristemente, sería que sí, yo también he tomado este papel donde perjudico a alguien más. Creo que en esta situación se resume a que muchos de nosotros hemos sido víctimas y culpables, y que en algún momento de nuestra vida hemos hecho sentir mal a alguien por hablar mal de ellos o criticar alguna característica que no nos parezca. Una vez que nos damos cuenta de lo que se siente estar de ambos lados, es cuando somos un poco consientes y tenemos criterio suficiente para pensar que a veces las palabras son suficientes para herir a alguien más, de maneras que a veces no pensamos. Es un problema que más que disminuir, parece que cada vez se incrementa más, y esto crea conflictos en las personas, del tipo donde se puede llegar a causar daños irreparables.

Los tipos de acoso más comunes con los que yo interactúo, y de los que soy testigo cercano, son del tipo donde se juzga a una persona por cómo se viste, por cómo habla o cómo no habla, por sus opiniones de diferentes temas, por su cuerpo, por su apariencia física o “defectos” que nosotros encontramos, entre muchos otros que no tienen objetivo más que el de hacer sentir mal y destruir más que construir.

Tristemente, hoy en día muchas de las maneras de convivir se basan en insultos o ataques entre personas, así es como harás amigos o quedarás bien ante un grupo de personas, cosa que creo se origina desde que somos pequeños, ya que no existen en realidad clases donde se nos enseñen a formar habilidades sociales, y se nos deja que se aprenda por nuestra cuenta, cosa que si nos ponemos a pensar, no ha resultado, ya que los problemas sólo aumentan y no disminuyen.

Nadie nace buenos ni malos hábitos, esos se hacen y se aprenden de lo que vemos, oímos y vivimos a una temprana edad, y de ahí se derivan muchos de los problemas que tienen que ver con el acoso escolar. Creo que de cambiar la manera que se nos educa desde pequeños y se hiciera un verdadero esfuerzo en la formación de valores y de buenas habilidades sociales, se evitarían los problemas a futuro que hoy sufrimos, y que han llegado a causar trastornos emocionales, problemas físicos y mentales, amenazas y maltrato entre compañeros, masacres lamentables en escuelas alrededor del mundo entre otros.

Una vez que los problemas de este tipo dejen de aumentar, dará más tiempo para concentrarse en el verdadero propósito de ir a la escuela, el cual es aprender y no intentar defenderte de que alguien se burle de ti o te humille. Esto hará que nuestro nivel de educación crezca, lo que sólo se resumirá en mejores personas, profesionistas y eventualmente una mejor nación. Como ya dije, nadie nace con buenos ni malos hábitos, y por eso es importante que desde jóvenes empecemos a crear los buenos. El respeto hacia ti y los demás es de los primeros y más importantes, y posiblemente deberíamos empezar por ese lado. Muchas gracias por leer y que tenga excelente día.