Cuidado con los vacacionistas desconocidos

Consejos de una Abuelita Moderna / Por un México Mejor

Estamos viviendo una época diferente a la que me tocó vivir, donde el respeto, la palabra de honor y la caballerosidad eran muy importantes para la comunidad, y es que ya no hay distancias en el planeta tierra con esos aparatos electrónicos que hasta los niños más pequeños saben jugar, pero que deben ser supervisados por los padres, ¡porque pueden toparse con verdaderos monstruos que les pueden traer muchos problemas en su vida!…

Un grupo de amiguitos conocidos, se van al parque porque como tienen sus dos semanas de vacaciones en la escuela, aprovechan para ir a los juegos existentes en ese lugar y jugar hasta el cansancio, pero…CUIDADO CON LOS VACACIONISTAS DESCONOCIDOS… sean de la edad que sean, sólo basta recordar lo que pasó con el bondadoso, filántropo  y multimillonario Mr. Thomas Frank White, en Puerto Vallarta a inicios de éste milenio…

De pronto, uno de los amigos les hizo una seña para que se reunieran todos debajo de un árbol para observar lo que un anciano estaba viendo en su computadora…

Sólo se escuchó un: ¡Ohhh! de todos los niños, cuando observaron la gran pantalla del señor de pelo blanco y uno les dijo: ¡Estoy sintiendo algo raro en mi cuerpo!… Y dos más expresaron: ¡También nosotros!…

De pronto el niño sin pelo les dijo: ¡Basta, vámonos de aquí, porque esto no es nada bueno!

El Señor de pelo blanco dijo: “No se vayan, porque tengo algo que los hará sentir muy bonito”… Y el niño sin pelo le dijo muy enojado al Señor: “¿ Acaso usted no tiene hijos o nietos?… ¿Por qué en lugar de ver cosas que enferman su mente, no observa cuánta belleza existe en nuestra Madre Naturaleza?”

A lo que el anciano enojado expresó: “¡Esto es parte de la naturaleza!, les enseñaré!”

De inmediato furioso le dijo el niño sin pelo: “¡Si usted se nos acerca, de inmediato hablaré con la policía!” Y el hombre rápidamente cerró su computadora y se alejó del parque…

Los tres amiguitos molestos le gritaron: “¿Por qué le dijiste eso, no ves que por primera vez, sentimos algo muy diferente en nuestros cuerpos?” 

El niño sin pelo muy enojado les dijo: “¡Por eso mismo!… Por favor escúchenme todos, tengo algo muy importante que decirles… ¡Porque a mí también me pasó!…, pero gracias a Dios, mis padres me vieron y con gran amor me dijeron unas cosas que me hicieron comprender por qué tanto mi cuerpo, como mi mente  se sentían diferentes… Al retirarse ellos, pensé detenidamente en sus sabias palabras y a pesar de que me dejaron mi computadora a mi disposición… ¡Jamás volví a entrar a esa página, donde un desconocido me invitaba a ser mi amigo y a enseñarme cosas fabulosas que mi débil cuerpo me lo agradecería y yo me sentiría muy seguro y feliz!”

Las palabras de mis padres que me aman mucho fueron las siguientes:  

“¡Eso se llama pornografía!,  y hay que tener mucho cuidado con ella porque puede ser tan adictiva como cualquier tipo de droga, porque no sólo afecta física, sino que también mentalmente, en la mayoría de los seres irracionales que se dedican a verla…”

El problema de la pornografía es muy parecido a las famosas “drogas sintéticas”: Son muy adictivas y dañan el cerebro… Con la pornografía  se pierde la noción entre el bien y el mal, se vuelven apáticos, adictos sexuales y se pueden convertir en delincuentes juveniles…

Todos espantados le agradecieron y prefirieron seguir jugando como unos niños inocentes…

Para mis hermosos ángeles terrenales del Grupo Canica.

 Cariñosamente Ana I.