Cien años no son nada, ¡Felicidades Vallarta!
Educación y parentalidad
Sin que sea cartita navideña, se desea que nuestros actuales y futuros dirigentes sean sensibles a las necesidades de la ciudad y sus ciudadanos en materia de salud, educación y servicios
Estamos celebrando a nuestra ciudad, y digo estamos porque independientemente de que naciéramos aquí o no (como es mi caso), la ciudad en su generosidad nos ha adoptado, nos ofrece oportunidades de crecimiento y una majestuosidad natural que es envidia de muchos visitantes, como decimos “yo vivo en el paraíso”.
Este motivo de orgullo justificado no impide que pongamos en la balanza algunas situaciones críticas con el mejor afán de hacer mejor nuestra calidad de vida, la prestación de servicios y la interacción personal de quienes la habitamos. Las ciudades son como las personas, tienen un nacimiento, desarrollo, madurez y eventualmente pueden extinguirse, pero antes de que ello suceda, los ciclos de vida pueden ser muy amplios y satisfactorios.
Personajes
A veces hay personajes que hacen mucho por su ciudad, otros que sólo van de paso, pero que igual pueden ser muy significativos, algunos más que sólo vienen, hacen algo de capital y se van, e incluso algunos más que sin proponérselo detonan el destino con su actividad (actores y el director de la Noche de la Iguana). Otros personajes que pueden ser empresarios detonan el destino y hacen que más turistas quieran estar en este paraíso. Algunos otros son ciudadanos de tiempo compartido, incluso medio año aquí y el resto en su lugar de origen, y algunas otras variaciones de estancia que hacen de este destino un sincretismo cultual muy único.
Evolución
El destino como cualquier otro lugar turístico, tiene siclos que deberán ser comprendidos y estudiados, tanto en el contexto de la propia dinámica turística como en los propios contextos nacionales y locales. Por ejemplo, cuando hay alerta de cualquier tipo en otro destino de playa nacional, suelen venir a este. Pero no siempre serán tiempos de “vacas gordas”, eventualmente y por la naturaleza del giro turístico, pueden no ser las cosas tan abundantes y favorables. Para ello deberemos prepararnos y diversificar los giros económicos y comerciales del destino. A propósito de ello, pongo a su consideración algunas propuestas.
Retos y alternativas
El entorno natural sustentable de nuestra ciudad permite la creación, funcionamiento digno de actividades y lugares de esparcimiento y recreación. Pero cuando menciono esto, es inevitable que no vengan a mi mente ejemplos penosos como el ejemplo actual del zoológico de la ciudad, que es el vivo ejemplo de lo que no se debe hacer con los animales, contradictoriamente a lo que se espera sea un lugar de relajación, apreciación de la naturaleza y hasta aprendizaje. Pero si quiere ver cuál es su tolerancia a la frustración y lo que no es correcto hacia los animales, dese una vuelta y entenderá mejor a que me refiero.
Otro tipo de espacios que bien podrían desarrollarse sería un acuario, que, aunque desde hace diez años escucho de planes para ello, no he visto algún avance concreto, me cuesta trabajo pensar qué puedan tener de diferentes otros lugares de playa del país que cuentan con acuario y nuestra ciudad no. Otra riqueza natural a desarrollar como lugar de esparcimiento es el estero El Salado, que igual mucho se menciona, pero poco en concreto hay para que más gente lo visite y sea un lugar digno para las familias o personas que gusten de un lugar donde se observan directamente animales y plantas en su hábitat natural.
Una serie de lugares a desarrollar siguiendo en esta tónica, podrían ser parques temáticos tipo viveros, aprovechar la flora y fauna y desarrollar esos lugares que sin mayor requerimiento de cuidados podrían florecer en esta tierra bendecida por su naturaleza.
Finalmente, en este aniversario y en el contexto de la política gubernamental federal, estatal y local, y sin que sea cartita navideña, se desea que nuestros actuales y futuros dirigentes sean sensibles a las necesidades de la ciudad y sus ciudadanos en materia de salud, educación y servicios, que se preparen, apliquen las leyes y sean lo suficientemente capaces, íntegros e inteligentes para potenciar y cuidar a Vallarta como se lo merece. Felicidades a la ciudad, sus ciudadanos naturales y adoptados. Que vengan 100 más.