Carta a los consumidores de psicología y falsa psicología

01. Comerciantes del dolor humano que forman grupos para llevarlos a “casa de retiro” donde los privan de alimento y bebida, los maltratan y humillan con fines de “sanación” y puedan regresar “transformados”

Dr. Jesús Cabral Araiza

Educación y parentalidad

“Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer.”

-Carl Jung

Desde hace algunos milenios, los seres humanos se han aprovechado de otros seres humanos. Dice una frase y dice bien, “la información y el conocimiento es poder”. Nada más contundente en muchos casos contemporáneos en los que algunos vividores y charlatanes se aprovechan de la buena fe, la necesidad e ignorancia de los incautos.

Contexto

Por desgracia tenemos que existe un fenómeno creciente en el país, y que en un par de décadas ha crecido de manera exponencial y sin control, dadas las condiciones para que esto suceda. Existen líderes que, con un visión mercantilista y utilitarista de los sujetos, y no necesariamente con una formación profesional en salud mental, aprovechan la necesidad de apoyo psicoterapéutico en ciudades medias o pequeñas como la nuestra. Ciudades en las que las regulaciones en materia de aplicación y supervisión de prácticas profesionales psicológicas están en pañales o no se realizan simplemente. En dicho contexto, es fácil buscar grupos de personas que ante la necesidad y la falta de solvencia piensan que el cobro será realmente poco, pues así lo prometen, pero después y ya involucrados y dependientemente chantajeados les explotan hasta lo que no tienen y no importando si el resultado prometido es el obtenido.

Par de ejemplos

En nuestra ciudad usted puede consultar las redes sociales y observar “institutos” con nombres rebuscados o rimbombantes que prometen en un número limitado de cesiones (por lo general menos de diez) una mejoría en todas las áreas de la vida, solución a todos los males orgánicos y emocionales (¿?) Por principio de cuentas, cualquier psicólogo serio, sabe que esto no se puede prometer en un número específico de sesiones, y menos los resultados tan precisos que prometen, pues hay un sinfín de variables que pueden retardar resultados o no ser los esperados en tan corto plazo.

Otro ejemplo son otro grupo de comerciantes del dolor humano que forman grupos para llevarlos a “casa de retiro” donde los privan de alimento y bebida, los maltratan y humillan con fines de “sanación” y puedan regresar “transformados”. Esto tiene muchos nombres, pero dudo que alguno se acerque al de terapéutico.

 Necesidad

Ante la pregunta: ¿existe una necesidad real de atención profesional en la población abierta o no? Podemos contestar contundentemente que sí. Pero igual el trabajo en atención profesional debe ser realizado -como todo- por el profesional respectivo. ¿O acaso, si usted padece del corazón acude al zapatero para que lo atienda? ¿O le duele una muela y va con el oculista para ser atendido?

La necesidad de ayuda profesional por parte del psicólogo es real en nuestra ciudad y región, tan real como la necesidad de que las instituciones reguladoras de la intervención profesional hagan su tarea y supervisen y regulen dicha práctica profesional.

Existen problemas al interior de las familias, en la vida escolar, en el terreno laboral, en la interacción humana, en el mundo de la duda existencial. Y el profesional de la salud mental es el psicólogo, o el psiquiatra, infórmese y acuda a él como a cualquier profesionista según sea el ámbito de competencia.

 ¿Qué tener en cuenta al momento de buscar un profesionista?

Primero preguntar por su título y especialidad, o incluso todos los grados académicos y especialidades con las que cuente, no es suficiente la recomendación de terceros. Me he encontrado casos de otros profesionistas, y personas incluso, que no tienen estudios y se dicen psicólogos. Segundo, puede preguntar por los métodos o enfoque de trabajo y los planes del mismo. Igual puede preguntar sobre un plan razonable para obtener resultados una vez explicado el punto anterior.

Extraordinariamente, indague si pertenece a algún colegio de psicólogos que lo regulen y actualicen. De igual manera, preguntar puntualmente por los honorarios y si hay situaciones concretas de pago como vacaciones y días festivos, para evitar sorpresas. Estas y cualquier otra duda que son consideradas por el hecho de que usted está pagando por un servicio profesional.

Otra alternativa razonable y más económica, usted puede ser acudir a instituciones públicas como el DIF o algunas universidades que ofrecen igual este servicio, y el precio es mucho más accesible. De igual manera puede revisar el código ético del psicólogo y verá lo que podemos y no podemos hacer con usted. Espero considere estos puntos antes de iniciar una “atención” que pueda ser iatrogénica para usted o los suyos. Pase buen día.