Accidentes en el agua
Vanefropedia / Dra. Vanessa A. Parra Estrada / Pediatra Nefróloga
Los prestadores de servicios de salud y pediatras que trabajamos en áreas de urgencias, sabemos que las vacaciones de verano son la temporada de más accidentes acuáticos incluyendo el más catastrófico de todos, el ahogamiento y/o casi ahogamiento.
Según los datos de la Organización Mundial de Salud, el ahogamiento es la tercera causa de muerte en el mundo para los niños de entre 5 y 14 años. Para ponerlo en perspectiva, eso significa que la mortalidad por ahogamiento es mayor que la mortalidad por desnutrición.
En esta época de calor que mejor que un día de alberca o playita, pero no olvides que no dejan de ser actividades de riesgo, y más para nuestros pequeños, por lo tanto, es fundamental implementar medidas de seguridad efectivas que protejan a los niños en todo momento.
- En albercas, la supervisión constante es la primera línea de defensa. Los adultos deben estar siempre atentos y cerca de los niños mientras están en el agua, evitando distracciones como el uso del teléfono móvil, leyendo o platicando con otras personas, ni si quiera por unos minutos, ya que los ahogamientos pueden suceder en cuestión de segundos.
- Es crucial que los niños pequeños o aquellos que no saben nadar lleven puestos chalecos salvavidas adecuados y certificados para su tamaño y peso.
- Otra medida es asegurarse de que las albercas estén cercadas con puertas que se cierren automáticamente y tengan cerraduras a prueba de niños, para evitar que los pequeños accedan al agua sin supervisión. Además, enseñar a los niños desde temprana edad a nadar y educarlos sobre los riesgos del agua y la importancia de la supervisión: ¨Prohibido nadar si ningún adulto te está viendo”.
- En cuanto al mar, es esencial respetar las banderas y señales de advertencia que indican las condiciones del agua y los posibles peligros. Los niños deben usar siempre chalecos salvavidas cuando estén en botes o haciendo actividades acuáticas lejos de la costa. Además, nunca se debe permitir que los niños naden solos en el mar, ya que las corrientes y mareas pueden ser impredecibles.
En todos los casos, educar a los niños sobre la seguridad acuática y enseñarles habilidades básicas de supervivencia en el agua, como flotar y nadar de espaldas, puede salvar vidas.
Mantener un ambiente seguro y supervisado es la clave para disfrutar de forma segura de las actividades acuáticas, tanto en albercas como en el mar, y pasar unas vacaciones o fin de semana felices y libre de accidentes.