A sol y sombra

La ciudad imaginada / Dr. José Alfonso Baños Francia

Es deseable que el fútbol vuelva a su esencia popular y divertida, como potente activador practicado por niños y jóvenes

Estamos a unos días de que concluya la Copa Mundial de la FIFA, también conocida como Mundial de Fútbol, Copa del Mundo o simplemente el “Mundial”. Para la vigésima segunda edición celebrada este año, la sede recayó en Catar, moderno emirato árabe enclavado en una pequeña península homónima en el oeste de Asia cuya capital es Doha.

El certamen es realizado cada cuatro años, comenzando en 1930 y desarrollado ininterrumpidamente, con excepción de los años 1942 y 1946, suspendidos por la tragedia de la Segunda Guerra Mundial. Después de los Juegos Olímpicos, es el evento deportivo más popular del mundo y seguido por millones de aficionados.

Brasil es el país que cuenta con más participaciones en la Copa del Mundo, así como el mayor número de campeonatos alcanzados con 5, seguido por Alemania e Italia con 4 cada uno. El jugador que más goles ha marcado es el alemán Miroslav Klose, con dieciséis en cuatro ediciones.

El Mundial cuenta con dos etapas: la primera, mediante un largo proceso clasificatorio en el que participan más de 200 selecciones nacionales y una fase final realizada cada cuatro años en una sede definida con anticipación en la que participan 32 equipos durante un periodo cercano a un mes. El número de participantes subirá a 48 a partir de la edición de 2026, a celebrarse en Canadá, Estados Unidos y nuestro país.

La justa suele ocurrir en verano, pero en esta ocasión se movió a noviembre debido al clima de Catar, país que ganó el proceso de selección en 2010. A partir de entonces, la organización recayó en el Comité Supremo para la Organización y el Legado, presidido por altos cargos cataríes. Ocho son los estadios en donde se jugó el mundial, repartidos en 5 ciudades.

La práctica de fútbol despierta pasiones, formando parte de la cultura popular a lo largo del planeta. La predilección por este deporte quizá radica en la relativa sencillez con que se juega, así como la claridad de su reglamento. Gary Lineker, afamado jugador inglés, decía que el fútbol era “un juego de 11 contra 11 contrincantes, donde se metían goles y en la que siempre ganaba Alemania”, a manera de broma sobre la eficacia teutona.

El maestro Eduardo Galeano, hincha del fútbol por los cuatro costados escribió “El fútbol a sol y sombra”, un libro maravilloso donde rinde homenaje al juego, a la música del cuerpo y fiesta de los ojos, al tiempo que denuncia las estructuras de poder de uno de los negocios más lucrativos del mundo.

Y es que los juegos de poder, intrigas y laberintos económicos se han instalado en el balompié, aspecto que ha sido definido en México como el “Cartel del Gol”, que no ha sido debidamente investigado y arroja muchos misterios por resolver.

Al momento de escribir estas líneas, las selecciones citadas para jugar la final de la Copa Mundial son Argentina y Francia. El partido se jugará el domingo 18 de diciembre e independientemente del ganador, es deseable que el fútbol vuelva a su esencia popular y divertida, como potente activador practicado por niños y jóvenes, antes que una forma para alcanzar fama y fortuna al precio que sea.