Patria
Por: Humberto Famanía Ortega
Cuántas veces nos hemos preguntado lo que significa la Patria; sin duda alguna el territorio donde vivimos y que nos vio nacer, pero, sobre todo, el lugar donde nos crearon, y por ende, adoptamos sus costumbres y tradiciones. Muchas veces fue ese pedazo de tierra que nos hizo luchar por obtener nuestra libertad y así desarrollarnos para alcanzar el bienestar a nuestras familias, pero lo más importante lo que dice ese viejo adagio, ¡nunca niegues la cruz de tu parroquia!, es así como se obtiene arraigo e identidad.
La relación entre familia y patria es muy importante, sin las dos no hubiese esencia, porque en ellas se refleja la semilla de una República que obtiene los valores más fuertes para obtener una organización capaz de llevar hacia la prosperidad a nosotros los mexicanos. Por eso este territorio del norte de América, por su ubicación, lo hace ser una nación rica en todos los aspectos iniciando con su flora y fauna, agua suficiente y ricos minerales; y poseer una extraordinaria cultura heredada de nuestros antepasados, que fueron fieles al respeto de sus creencias y al medio ambiente.
Amor a la patria
Ahora, ¿qué necesitamos para valorar aun más a nuestra bendita tierra? Creo en la importancia que radica en el saber cuáles son nuestras convicciones para lograr estabilidad en todos los aspectos, porque todo nace del cariño que puedas tener por tu familia y en consecuencia por tu Patria. Reconocer que vives ligado a tu bendita tierra, y que en ella trabajas para alcanzar el bien común, te da el pase para formar parte activa y así convertirte en una parte alícuota, porque solamente crece nuestra Patria si estas impregnada a ella.
En México poseemos un invaluable acervo cultural e historia, pero, sobre todo, hombres y mujeres valiosos; muchos de ellos ofrendaron sus vidas por obtener armonía y paz, donde la productividad se viera protegida, y garantizar un desarrollo equilibrado capaz de darle oportunidad a sus hijos para crecer, en lo económico, político y social. La igualdad estriba en alcanzar un bienestar creciente en base a una riqueza compartida.
Orgullo de ser mexicanos
La grandeza de nuestra querida Patria, México, nos hace sentirnos muy orgullosos de pertenecer a ella, la verdad es que tenemos un pueblo muy solidario, sobre todo cuando nos vemos amenazados por los elementos naturales, está comprobado por los terremotos que nos han asolado y las torrenciales lluvias que han dejado inundaciones en los poblados y pérdida en sembradíos. Nuestra esencia mexicana y los valores familiares nos hacen tener un gran corazón, ahora lo importante es obtener mayor unidad, será mucho más sencillo nuestro progreso porque juntos los hacemos mejor.
Redefinamos el mundo
Hoy en día debemos de reflexionar, nos toca a todos, a grandes y chicos, cada quien, a su nivel, pero siempre llevando consigo nuestro mejoramiento personal basado en el trabajo conjunto. Definir o redefinir el rumbo, nunca es tarde para comenzar. Dar sentido a nuestras vidas es la tarea más esperanzadora, sobre todo tratándose de mejoramiento en nuestras familias. Teniendo confianza en que no iremos a ciegas dando tumbos, lo que sí es cierto es que el amor a nuestra Patria nos hará mejores. Estamos en momentos cruciales para emprender nuevos anhelos, donde se funda una nueva esperanza basada en un cambio con rumbo.
Muchos son los poemas dedicados a nuestra amada Patria, canciones y pensamientos, pero sobre todo sentirla en la piel, pero con hechos, demostrar que somos sus hijos. Por supuesto que sí, pensemos en las duras pruebas que ha tenido que enfrentar a través del tiempo, no basta celebrar un centenario o bicentenario, sino lograr en la lucha constante por ser mejores. Sabemos de la mala actuación de nuestros propios hermanos mexicanos, que haciendo uso del poder y del dinero no permiten su avance. Ahora bien, esta actitud no significa que no condenemos abiertamente a quienes traicionan nuestros principios nacionalistas. Debemos también de preguntarnos, cuál es la responsabilidad de quienes, conociendo estos abusos, no hicieron nada para impedirlos.
Todo esto nos duele, nos lastima y nos escandaliza, debemos poseer una fortaleza capaz de elevar nuestra estima para poder sentir en lo más profundo de nuestro corazón el deseo de superarnos. Sentir que estamos vivos, cuando
miramos al País solo desde la noticia amarillista, desde la catástrofe y la calamidad. Cuando nos pesan los años, en lugar de abrir el arca de los recuerdos y valorar la experiencia y nuestra historia para continuar alegres y con nuevos bríos. Ahora necesitamos ver a las personas que nos rodean no como extraños; sino como hermanos y compañeros de ruta con quiénes compartir lo que tenemos, sabemos y somos.
El lastre de la corrupción
Invito a todos los mexicanos a hacer una pausa en nuestras vidas, sabiendo que estamos viviendo una falta de moralidad, de patriotismo, todo por la corrupción que está presente en todos los ámbitos de la vida pública. Este lastre nubla la visión que se tiene de los valores morales y aleja a las instituciones de los fines por los cuales debería velar.
Primordialmente el amor a la Patria es un deber, una verdadera obligación capaz de manifestarse auténticamente, y sobre estos deberes está el de anteponer la Patria y su bienestar común sobre los intereses particulares, de grupo o de partido, no como lo que vemos en la actualidad, estos tiempos tristes de estancamiento en los que vivimos.
Recordando las palabras del Cardenal Sandoval Iñiguez, viene a mi mente este razonamiento que me parece importante expresarlo por su contenido: “Estamos en tiempos de cambio; los cambios anteriores se dieron con las armas en la mano y por obra de caudillos; primero Miguel Hidalgo y los Insurgentes; luego los revolucionarios de hace un siglo. Mas este cambio de ahora, se ha dado, está dando y se dará por la voluntad del pueblo, por el camino de la democracia, sin violencia, algo que debemos apreciar mucho y mantener, que los cambios hacia la democracia, hacia la integración de todos, hacia el respeto y la igualdad de los mexicanos, sean y sigan siendo por la vía democrática, respetando la voluntad del pueblo soberano de México.”
Elijamos votar
Lo que es muy cierto será el derroche de recursos que harán los partidos políticos durante la próxima campaña presidencial, lo estamos notando ya en estos días con las llamadas precampañas, más de alguno con franquicias familiares o de grupo. Lo importante es saber que estas elecciones serán las más competidas en la historia de México. Hago votos porque el sufragio lo hagamos con conciencia, que al cruzar la papeleta quede la satisfacción de ejercer este derecho para la trasformación de nuestra Patria, donde armonicen la seguridad de nuestras familias con la prosperidad compartida de todos los mexicanos.
No me queda más que expresar mi profundo amor y respeto a esta Patria bendita de Dios y María Santísima de Guadalupe que lleva el sacrosanto nombre de MÉXICO. Caminemos siempre juntos por los senderos de la prosperidad, donde cada uno de nosotros asumamos nuestra responsabilidad de ser buenos hijos de ésta formidable Nación. VIVAMOS POR MÉXICO Y PARA MÉXICO.