¿Hasta cuándo pararán los desaparecidos?
Consejos de una Bisabuelita moderna / Por un México mejor
El joven sin pelo, en la hora del recreo, llorando les dijo a sus amigos:
—¿HASTA CUÁNDO PARARÁN LOS DESAPARECIDOS EN MI MÉXICO ADORADO?…
El alumno recién llegado respondió:
—¡También me enteré de que en las colonias que visitamos se ha perdido uno en cada una, y sus padres están desesperados!…
El joven sin pelo agregó:
—¡No sólo ahí! En mi colonia desapareció un niño de tres años y, sin que me vieran, escuché que muchos son vendidos para la donación de órganos a los hijos de algunos multimillonarios intocables…
El bromista, azorado, preguntó:
—¿También en tu colonia desapareció un niño?…
El joven sin pelo respondió:
—¡Así es! Todos lo hemos buscado, pero no hemos encontrado nada… Sus padres están deshechos de tanto dolor, y su madre se culpa por haberlo dejado solo un momento en la entrada de la tienda, jugando en la maquinita de dulces. Una señora que entraba a la tienda dijo que una pareja lo cargó con mucho amor y se lo llevó caminando hacia la esquina…
La hermosa chica, llorando, expresó:
—¡Por desgracia, cada día hay más secuestros en nuestro país, y la mayoría no aparece!… ¿HASTA CUÁNDO PARARÁN LOS DESAPARECIDOS EN NUESTRO MÉXICO ADORADO? ¿Qué está pasando? México está de mal en peor…
Los maestros se acercaron a ellos y, al enterarse de lo sucedido, les dijeron:
—Hablaremos con sus padres para que cuiden mucho a los menores y mejor vengan por todos al centro educativo, mientras las cosas se componen. Ayer arrestamos a un señor que, de forma sospechosa, vigilaba la escuela y… ¡traía drogas escondidas!
El director se acercó y les suplicó:
—Por amor a Dios y a sus padres, jamás las prueben, ni por curiosidad, porque… ¡todas son muy dañinas y los pueden matar! Recuerden lo que nos dijo él…
(Señalando al joven sin pelo)
—Nosotros estamos luchando por una hora más de vida, y ustedes, jóvenes, sanos y llenos de vida, en una hora probando drogas, alcohol y teniendo sexo irresponsable… ¡hasta pueden perderla! Pueden contraer terribles enfermedades venéreas o quedar postrados en una cama de por vida.
Después de que todos abrazaron y felicitaron al joven sin pelo, el director continuó diciendo:
—Por eso les suplico encarecidamente que sigan siendo ese ejemplo positivo para todos los jóvenes de nuestro México querido, donde cada día se observa un peor comportamiento en todos los sentidos. En un grupo, nadie habla con nadie, ya que les interesa más su celular… Tienen sexo irresponsable y sin amor, solo para sentir placer. Las chicas, que antes eran admiradas por su dignidad, ahora solo buscan placer con «Clemente y otros veinte»… ¡Y pocas son las que quedan embarazadas y tienen a sus hijitos! La mayoría prefiere abortarlos… ¡Qué pena!
Para mis hermosos ángeles terrenales del «Grupo Canica»
Cariñosamente, su bisabuelita Ana I.

