ISSSTE deficiente servicio en Vallarta
Dra. Dolores Sahagún Castellanos
Es muy conocido por todos los usuarios de los servicios del ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado), la deficiente calidad y atención que este instituto otorga sus derechohabientes.
Con mucha tristeza y desencanto, reconozco que la mayoría del personal administrativo y algunos médicos (no todos por supuesto), que prestan sus servicios en la mencionada institución, no realizan su trabajo con ganas, a quienes por ley deben atender con calidad y calidez, ya que es un mandato constitucional y para eso son contratados y se les paga.
Hablando con honestidad, puedo decir que dicho personal actúa con desprecio y desapego hacia quien acude a solicitar los servicios, a los que tiene todo el derecho de recibir, ya que el descuento siempre aparece en el talón de cheque aunque no reciban la atención requerida, dicho personal refiere que “casi siempre” las personas que acuden van con la intención de obtener una incapacidad sin ser justificada, lamentablemente, me ha tocado saber de casos muy dolorosos que requerían de una operación de emergencia, y que han sido rechazados por el personal del servicio, dichos pacientes acaban por cruzar la calle para atenderse en el Hospital CMQ Premiere que se encuentra enfrente, causando un gran descalabro en su bolsillo, ya que se ven obligados a cubrir un gasto que no debía hacer el paciente.
Me niego a aceptar que haya personal en el servicio de urgencias que sea tan deshumanizado, o tal vez mal preparado, que no tenga la capacidad para hacer un diagnóstico certero del paciente, y que éste tenga la urgente necesidad de ser valorado y diagnosticado en otro lugar con otro personal, y por lo tanto, atendido fuera de la institución a la que tiene derecho.
Me resulta increíble y doloroso saber que, en la clínica de Puerto Vallarta, desde la pandemia hasta estos tiempos, los usuarios no pueden ser atendidos de una emergencia que requiera del uso de un quirófano, ya que en la actualidad este importante espacio está convertido en una bodega y no se vislumbra esperanza de que vuelva a convertirse en un espacio vital para atender las emergencias que se presenten.
Urge que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, que realicen un diagnóstico situacional, y que resuelvan lo que haya que resolver, para que dicho instituto cumpla a los usuarios con lo que le corresponde.