Vitaminas y piedras en los riñones

Nada, ni siquiera las vitaminas, son inofensivas

Vanefropedia

Dra. Vanessa A. Parra Estrada

Nefróloga Pediatra

@vanefropedia

Una de las preocupaciones más comunes sobre nuestro estado nutricional, es el contar con las suficientes vitaminas en el cuerpo para evitar enfermedades. Como madre o padre es una petición muy frecuente en la visita al pediatra, la prescripción de suplementos vitamínicos, debido a la sensación de que si no come bien la niña o niño seguro le faltan vitaminas.

Antes de conocer la existencia de las vitaminas, la humanidad sabía que la malnutrición estaba altamente relacionada con problemas de salud y de forma empírica se recomendaba el alto consumo de frutas y verduras para prevenir enfermedades a corto y largo plazo.

El término -vitamina- fue descrito por el bioquímico Casimir Funk en 1912. La palabra está integrada por ‘vita’ (vida) y ‘amina’ (sustancia derivada del amoníaco). Entre 1912 y 1940 se descubrieron todas las vitaminas que conocemos hoy y se lograron producir artificialmente.

Desde entonces, múltiples artículos médicos han descrito la utilidad de las vitaminas para prevenir distintas enfermedades y como cada vitamina tiene su función esencial en el cuerpo. Vitamina A para la visión, complejo B para los glóbulos rojos, músculos y cerebro, vitamina C, previene Escorbuto, una enfermedad muy infrecuente que solo se ve en zonas con alta desnutrición, vitamina D para los huesos y sistema inmune, vitamina K para la coagulación, entre otras.

La prescripción de vitaminas artificiales debería ser siempre por un profesional de salud. Cada vitamina tiene su indicación particular, dosis, así como vía de administración y efectos adversos.

¿Qué pasa si nos excedemos de vitaminas?

Como todo en esta vida, el exceso es malo. Un ejemplo, el más comúnmente auto recetado, el ácido ascórbico (vitamina C). Si tu cuerpo tiene adecuados niveles de vitamina C (los cuales se alcanzarían de forma natural con una buena alimentación) y usted suplementa sin necesitarlo, la vitamina C saldría del cuerpo a través de la orina. La vitamina C en la orina se convierte en un mineral llamado “oxalato”, los oxalatos en exceso se precipitan y ocasionan piedras en los riñones.

Otro ejemplo muy común, que ahora en la pandemia COVID-19 se puso de moda, la administración excesiva de Vitamina D. La vitamina D, promueve la absorción del calcio de los alimentos, aumentando los niveles de calcio en el cuerpo, pero también promueve la excreción del calcio por la orina, por lo tanto, el consumo no necesario de vitamina D, implicaría más calcio en la orina, lo cual se convertiría en piedras en los riñones.

No se asuste, esto no es una campaña anti-vitaminas, es una reflexión a que todo concentrado, suplemento o medicamento que entre a su cuerpo sea supervisado por un especialista. Nada, ni siquiera las vitaminas, son inofensivas.

En esta época de gripes y sobre todo en la pandemia que estamos viviendo, se comenzó a utilizar la vitamina D  y C como tratamiento para COVID-19, medidas que no tienen sustento significativo y actualmente no se recomiendan para tal fin.

Te sugiero que mejor emplees la forma más vieja y natural de nutrir el cuerpo que es la alimentación variada, balanceada y rica en frutas y verduras.

Recuerda que todo lo que entra tiende a salir, y los riñones son los encargados de metabolizar y filtrar la mayoría de las sustancias que entran a tu cuerpo, cuídalos. Recuerda que riñones sanos, todos felices 🙂