Ver para creer…
Dra. Dolores Sahagún Castellanos
A mis 69 años, pensé que no tenía ya mucho que ver que no hubiera visto a lo largo de toda mi vida. Apenas había cumplido 15 años, me enteré de la matanza de estudiantes en ciudad Tlatelolco el fatídico 2 de octubre de 1968 ordenada por el entonces Presidente de México Licenciado Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), nunca se conocerá el verdadero número de fallecidos a manos del ejército mexicano que recibió la orden del entonces Secretario de Gobernación, y posterior presidente de México Licenciado Luis Echeverría Álvarez, quien a nombre propio, también se le adjudicó la masacre conocida como la matanza del Jueves de Corpus, llevada a cabo 10 de junio de 1971 en la ciudad de México por policías conocidos en aquel entonces como Halcones, de ahí el nombre, “El halconazo”, situaciones que siempre nos ha dejado completamente sorprendidos al mirar el desamor de estos gobiernos a la inquieta, sana y sabia juventud mexicana.
Es hora de hacer un análisis del transcurrir del tiempo. A largo de mi vida, tristemente, solo puedo recordar un buen gobierno, el del licenciado Adolfo López Mateos (1958-1964) quien con sabias palabras, hasta la fecha es reconocido por su gran capacidad de empatía con el pueblo mexicano, y para liderar un país en el que promovió incansablemente el bienestar de TODOS los mexicanos, ricos y pobres, características que deben reunir TODOS los gobernantes.
Tristemente la historia vivida en las últimas décadas, nos demuestran que no es así, de ahí hasta ahora, a mi juicio solo hemos tenido gobiernos corruptos, mentirosos, ladrones, autoritarios y asesinos, quienes apoyados por los medios de comunicación que tradicionalmente nos han desinformado a cambio de monumentales sumas de dinero, que por cierto proviene del erario público, es decir que los mexicanos hemos pagado grandes sumas de dinero por estos nefastos servicios que solamente afectan al interés nacional.
Es muy triste e indignante concluir que por muchos, muchos años, la vida de los políticos mexicanos ha sido algo así como una obra de teatro, con la que se nos engañó, con la farsa de que la lucha de los partidos era una realidad, cuando la verdad es que acordaban en lo obscurito, es decir desde hace muchos años de nos ha traicionado vilmente, ya que estudiaban su papel para la puesta en escena.
Me resulta inconcebible que durante mucho tiempo el PRI, habiendo sido un partido surgido de la Revolución Mexicana, a propósito de la propuesta a la Ley Minera para la protección del litio, el que hayan abandonado el recinto legislativo, (junto con los legisladores del PAN y del PRD) que ahora esté aliado (¿?) con el PAN, partido que nace en el año de 1939, como un efecto de la inconformidad del sector empresarial de la época, debido a la expropiación petrolera, llevada a cabo por el expresidente PRIISTA General Lázaro Cárdenas Del Río, dicho partido (el PAN) desde su nacimiento tradicionalmente de la mano de la iglesia católica, quien con mezquinos intereses de grupo, indebidamente manipula a sus feligreses, influyendo en una muy íntima y personal decisión de elegir a sus gobernantes. Igual me he quedado muda al ver que el izquierdista PRD también se haya aliado al PRI y al PAN en contra de los deseos de un largamente maltratado pueblo mexicano empobrecido, que tan solo pide proteger sus recursos naturales y poder acceder a una merecida justicia social.
A estos hechos solo se le pueden llamar: TRAICION A LA PATRIA.