Técnicas de vaciado

Voceros Incansables / Félix Fernando Baños

En el proceso de vaciado, como se nombre lo indica, se vacía en el molde un material para obtener la escultura cuyo proceso empezó en el modelado

En las próximas entregas vamos a hablar sobre las esculturas que se encuentran en la   isla del río Cuale. En varias de ellas se emplearon técnicas diferentes al vaciado, que se utilizó en las obras descritas hasta ahora. Se mencionaron dos tipos de vaciado: Uno, en concreto, el busto del General Emiliano Zapata. Los demás vaciados son en bronce.

En el vaciado, el escultor empieza por modelar la pieza utilizando materiales plásticos como barro, cera, plastilina y similares. Una vez que ha terminado, elabora moldes, aplicando a la figura, por partes, yeso o resinas, con lo que obtiene su versión en hueco. En el proceso de vaciado, como se nombre lo indica, se vacía en el molde un material para obtener la escultura cuyo proceso empezó en el modelado.

Si lo que se va a vaciar es concreto, previamente hay que decidir si la escultura va a ser sólida o hueca, siendo esto último posible en el caso de cabezas o bustos, por cuya parte inferior se pueda extraer posteriormente el relleno puesto para determinar el grueso de la escultura. Enseguida hay que instalar la armazón de varillas dentro del molde, fabricarle por fuera un encofrado si se necesita, preparar el concreto suficiente para que el vaciado se realice en una sola colada y verterlo. Varios días después, una vez que el concreto ya fraguó, tras retirar el encofrado se despedaza el molde para liberar la figura que quedó en su interior. El terminado incluye cincelar y pulir los detalles, así como corregir imperfecciones.

El vaciado en bronce es diferente. Exceptuando piezas o partes sumamente pequeñas, todas las demás son huecas, porque de los moldes se obtiene la figura modelada por el escultor, pero convertida en capas de cera de algunos milímetros de grueso, dependiendo del tamaño que vaya a tener la escultura. A cada capa de cera se le pegan cordones del mismo material, las “coladas”, que se unen a otro volumen de cera, que va a servir de vertedero. El conjunto se mete a un cilindro que se anega con un líquido cerámico, llamado “picadizo” en la jerga del taller, de manera que quede arriba el vertedero.

Una vez que el picadizo fragua, se mete dentro de un horno frío, que se va calentando paulatinamente de manera que el picadizo se seque sin agrietarse, luego se ablande la cera, se licúe y finalmente se queme, dejando hueco el lugar que ocupaba dentro del picadizo. Entonces se vierte el bronce en fusión por el vertedero para que corra por el hueco. Como el bronce sale del crisol a unos 1300° centígrados, pero se enfría con rapidez, la función de las coladas es hacer que fluya y llene de inmediato todo el hueco. Este es el procedimiento del vaciado a la cera perdida.  

Cuando el picadizo se enfría, se le retira de la pieza vaciada en bronce, luego se cincelan sus coladas y se suelda a las demás. Así se obtienen las esculturas en bronce, aun las monumentales.

fbanoslopez80@gmail.com