Sobre salarios míseros y capacidad profesional
Educación y parentalidad/ Dr.Jesús Cabral Araiza
“¡Hazte a la idea! Ahora, el Cielo y el Infierno nos tienen agarrados por la espalda y toda nuestra vieja simulación nos ha sido arrancada…” Arthur Miller
Por estas fechas ya es dominio público, el hecho de saber que existen diversas vacantes en las diferentes áreas de la industria turística en la región. Sin embargo, lo que sorprende en cierta manera, es que no se han ocupado dichas vacantes en varias semanas, incluso meses. Algunos de ustedes ya saben la respuesta, pero para quienes aún tiene algunas dudas, aquí les traigo algunos puntos de análisis para su consideración del fenómeno laboral.
Salarios
Si bien es verdad que la economía mundial, la nacional y regional respectivamente, vienen de diversas presiones recientes producto de la falta de consumo de bienes y servicios, también es verdad que particularmente la industria turística tiene un repunte desde ya varios meses. Situación esta última, que genera riqueza y ganancias lucrativas para los dueños de las empresas, pero me refiero a las grandes cadenas hoteleras o de negocios que aún con pandemia no corría peligro su capital o inversión en una región y país que ha sido por demás generoso con ellos.
En dicho contexto, me pregunto, ¿no les parece ofensivo a los empleadores la siguiente petición que hacen de manera regular?, y que más o menos señala lo siguiente: “Se solicita profesionista titulado, (cedula profesional) con ganas de aprender, dinámico, proactivo, flexibilidad para rolar turnos. Horario de lunes a sábado, ocho horas diarias, prestaciones de ley. Sueldo $3,500.00”. ¿De verdad? ¿No le pierden? ¿En verdad piensan que un profesionista recién titulado merece ese salario? ¿No les parece un tanto irrespetuoso y hasta ofensivo el hecho de que después de estudiar 5 años hagan un ofrecimiento de tal naturaleza? Al parecer la respuesta lamentable es no.
Capacitación profesional
Por otra parte, de igual manera quiero señalar que muchos de los jóvenes que actualmente egresan, tendrán que evaluar si las capacidades profesionales que han adquirido merecen ser remuneradas acorde a lo que puedan realizar, pues ya sea igual producto de la pandemia o de la indolencia, sabemos que muchos de esos jóvenes profesionistas muchas veces solo desean el título y en ocasiones tristemente no tomaron muy en serio su formación profesional. Así que, bien vale la pena asumir si las instituciones educativas, los docentes y los alumnos en formación, tenemos la responsabilidad bien asumida del rol que nos toca realizar, pues de igual manera para exigir un salario justo, se requiere un trabajo profesional, aun con una curva de aprendizaje que es verdad se adquiere en el trabajo mismo, producto de dicho aprendizaje, pero ello es tema a tratar más ampliamente en otro momento.
Compromisos necesarios
En esta ecuación es necesario asumir plena conciencia y responsabilidad de ambas partes. Respecto al empleador, ofrecer salarios dignos de un profesionista comprometido y se ha formado durante años para desempeñarse adecuadamente, no presumir que lo capacitarán, pues es una necesidad y hasta por sentido común es requerido y de parte del profesionista trabajo constante y bien hecho a fin de mostrar sus habilidades, actitudes y aptitudes de manera integral. Dejemos la simulación de salarios y de trabajo si queremos un mejor país y sociedad. Pase buena semana.