Sobre amistades y descanso
Educación y parentalidad / Dr. Jesús Cabral Araiza
Con cariño para mi amigo Panchito.
Es frecuente que, durante los periodos de mayor trabajo o estudio, estamos tan ocupados que no nos permitimos muchos espacios para la recuperación del cuerpo y el psiquismo. Pues bien, hoy espero llamar su atención amable lector sobre dos temas que me parecen fundamentales para reiniciar la vida y tratar de disfrutarla mayormente.
¿Qué parte de la siguiente frase guía mejor su vida? “Trabajo para vivir o vivo para trabajar”, ¿parece lo mismo verdad? Pero quienes han comprendido la diferencia están del otro lado. Han comprendido que la vida es cambiante y que hay oportunidades que se presentan y otras que las construimos. Y justamente, una de las que construimos es destinar tiempo para el ocio, esparcimiento o descanso, ello en virtud de que el cuerpo y nuestra psicología no pueden estar concentrados al cien por ciento siempre, y si lo piensa, todas las especies vivas se toman una pausa, un respiro por diversas razones, entre ellas están, replantear lo que se hace, tomar un respiro, hacer otra cosa prioritaria, tomar notas de lo hecho o aprendido, entre otras cosas.
Muchas veces la gente “activa” suele pensar que, si se descansa, se pierde el tiempo. Nada más alejado de la realidad, si partimos de que no todas las personas tienen el mismo ritmo de trabajo ni de pensamiento, que la personalidad por ello es única en cada sujeto, debemos entender que la forma de interactuar de este con el mundo variará mucho de sujeto a sujeto, incluidos familiares directos, pues no significa que por tener familia cercana se piense igual o se hagan de la misma manera las cosas, cualquier actividad humana, sea trabajo o estudio o recreación.
Una de las peores cosas que puede pensar una persona estable, es que se deba sentir culpable si se toma un respiro o un descanso de sus tareas habituales, es necesario, más allá de que sea legal con diversas diferencias en cada país.
Ahora bien, en dichas pausas se pueden hacer diversas actividades para descansar y distraerse de las obligaciones, y una de las cosas más productivas y comprobadas por la ciencia, es la de socializar, de hecho, es una de las razones por las que las mujeres viven más que los hombres, pero eso lo desarrollaremos después. Por ahora podemos decir que igual para hombre y mujeres sirve a manera de terapia el poder socializar la vida, lo que se hace, las aspiraciones, miedos, sospechas y la vida misma. Y qué mejor que hacerlo con personas de confianza, personas que nos quieren, que nos pueden aconsejar, que nos pueden proponer un punto de vista alterno, y que quizás nos puede hacer sentir mejor, más seguro de la decisión que pueda tomar y luego retomar el tema una vez viendo las consecuencias.
En eso consiste tener personas de confianza o amistades, nada nuevo, pero cada vez más escaso en este mundo de imágenes y apariencias falsas, pero qué le hacemos, la vida esta llena de las pasiones y pulsiones humanas que es necesario vivir y afrontar.
Si contamos con un amigo al que poco vemos, pero sabemos que estará para nosotros cuando lo necesitemos, hagamos que dicha amistad no se pierda, igual podemos tomar la iniciativa y sorprenderlo con una llamada, un texto, una señal de que es valorado por nosotros y que no lo olvidamos.
Si usted sigue gozando de unas merecidas vacaciones en este bello puerto, aprovéchelas al máximo, y si puede hacer algo por el destino para mejorarlo, eso sería genial, al menos no lo ensucie y respete la diversidad sociocultural que con confluye en nuestro destino. Felices vacaciones.