¿Qué vende el lujo?

Cualidades Exquisitas / Por: Melissa López / Consultora de imagen

¿Qué vende el lujo? Calidad, originalidad, sueños, innovación, detalles, tiempo, servicio

La definición de lujo es un concepto muy relativo, ya que cada persona tiene una opinión distinta basada en su nivel adquisitivo, creencias e idea de lo que realmente aporta y ofrece. Incluso puede considerarse un tema cultural. Por ejemplo, en lugares como Emiratos Árabes, donde el estilo de vida es excéntrico, el lujo se vive de manera muy diferente a países como México, donde portar una pieza de alto valor puede implicar un riesgo, como ser víctima de un asalto. Factores como la inseguridad modifican la percepción del lujo, al igual que las modas. Sin embargo, el lujo sí vende experiencias y ciertas características muy específicas.

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Desde siempre, el ser humano ha buscado formas de marcar las diferencias sociales. Un ejemplo claro es cuando el Rey Luis XIV de Francia convirtió los tacones masculinos rojos en un símbolo de estatus. Lo interesante es cómo ha evolucionado el concepto de lujo con el tiempo. Antes, lo ostentoso se consideraba de buen gusto porque mostraba opulencia; con los años, la discreción se ha convertido en “el nuevo lujo”, donde no es necesario mostrar una marca para demostrar que se posee una pieza de alta gama.

Un ejemplo de esto es Bottega Veneta, que no exhibe su logotipo, sino que se identifica a través del intrecciato (la técnica de entretejido muy característica e icónica de la marca). Quienes conocen Bottega saben identificar la calidad y el precio del producto. Esto lo convierte en un lujo silencioso.

No obstante, una marca por sí sola no garantiza una pieza de lujo. Lo que realmente la define son el material de alta calidad, los acabados, la exclusividad (es decir, la producción limitada), y la mano de obra artesanal. Muchas piezas de alta gama están hechas a mano, lo que incrementa su valor debido a las horas requeridas para su elaboración. Un ejemplo perfecto es un traje bespoke (hecho a mano), que puede tardar hasta dos meses en estar listo para el cliente. También está el caso de la Alta Costura, donde encontramos piezas sumamente exclusivas que requieren varios meses de elaboración.

Entonces, ¿qué vende el lujo? Calidad, originalidad, sueños, innovación, detalles, tiempo, servicio. Y en relación con la imagen personal —especialmente en el ámbito profesional— proyecta estatus, prestigio y jerarquía. Todo comunica, y cuando se trata de piezas de alta gama, se nota lo fino, lo hecho a mano, a la medida, y lo personalizado.

Una pieza de lujo no necesariamente debe tener un precio elevado. Mientras cumpla con las características antes mencionadas, definitivamente será un artículo de calidad. Siempre será mejor portar una pieza original que una clonada, porque lo único que se comunica con una imitación es un intento por aparentar, y eso termina afectando la reputación personal.

Mi recomendación es: adquiere siempre la mejor calidad que puedas pagar. Con el tiempo, se convertirá en una inversión gracias a la durabilidad de la pieza. Recuerda… “Lo barato sale caro.”

Te espero en el siguiente tema de Cualidades Exquisitas. ¡Sonríe!