Primero seguridad, después nombres e imagen

1ª parte

Ha trascendido en el discurso político una discusión sobre las marcas de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas; siendo ambos municipios los que conforman la primera zona metropolitana interestatal turística del país.

Sus fortalezas como una región conurbada están en la cornisa, y se torna peligroso que en la visión futura se tracen caminos construidos con  objetivos profundamente distintos.

La polémica

Todo inició en el informe que dio el gobernador de Nayarit en diciembre del 2021, quien entre toda la información destacada, dio sutilmente a conocer su intención de cambiar el nombre de Nuevo Vallarta a Nuevo Nayarit y, en enero del 2022 reiteró con más énfasis su postura.

Desde entonces ha reafirmado su posición en cada una de sus ruedas de prensa semanales donde aborda temas relacionados al turismo. Para el mes de junio la Iniciativa con Proyecto de Decreto que tiene por objeto reformar el artículo 14 de la Ley de División Territorial del Estado de Nayarit -para cambiar el nombre de Nuevo Vallarta- presentada por el XI Ayuntamiento Municipal de Bahía de Banderas, ya fue llevaba al Congreso del Estado y se turnó a la Comisión Legislativa de Desarrollo Urbano y Vivienda para su estudio y dictaminación correspondiente. 

Para que eso sucediera, el Cabildo del Municipio de Bahía de Banderas tuvo que haber aprobado la iniciativa propuesta por el Síndico Municipal, lo cual por supuesto sucedió una semana antes que llegara al Congreso del Estado de Nayarit.

Estuve presente físicamente en ese momento, cuando algunos residentes del aún Nuevo Vallarta estuvieron en la sala de Cabildo con una manta haciendo valer su derecho a expresarse con libertad, pidiendo a los regidores de Bahía de Banderas que votaran en contra de la iniciativa. Pero ya sabemos que no fue así.

El nombre Nuevo Vallarta dejó de existir en manos de los legisladores en el Congreso de Nayarit, se esperaba  que su resolución fuera con base en fundamentos técnicos y estudios realizados por expertos, que no deberían ser en Desarrollo Urbano, sino en mercadotecnia, pues es la clave para impulsar una nueva marca, aun cuando Nuevo Vallarta no ha sido el representante internacional, sino Riviera Nayarit que destaca a todo el estado.

¿Y la voz de los expertos?

En ninguna sesión de Cabildo de Bahía de Banderas o rueda de prensa del gobernador de Nayarit, se escuchó la opinión de algún experto en mercadotecnia o branding en turismo para sustentar la propuesta del cambio de nombre.

Y hago énfasis en ninguna, lo cual preocupa demasiado porque ni el Secretario de Turismo del estado ha tenido el atino de compartir información sustentada en estudios sobre el sentido de pertenencia de los nayaritas, pues según los argumentos hasta ahora, está perdida la identidad y además Puerto Vallarta se está beneficiando del desarrollo exponencial que está teniendo la región de Riviera Nayarit, particularmente Bahía de Banderas.

Actualmente este municipio colindante con Puerto Vallarta, Jalisco, tiene mayor potencial económico y desarrollo urbano que Tepic como capital del estado, pero eso no debe ser percibido como un desbalance en la fuerza que tiene la principal ciudad de Nayarit.

Falta de identidad

Toda esa discusión abrió una brecha y, según el gobierno de Bahía de Banderas se ha percibido una falta de identidad de los bahibadebarenses que no reconocen las marcas Riviera Nayarit y a Nuevo Vallarta como propias, y realmente no los representa. Pero igual, todo es percepción, nada de estudios técnicos ni consultas ciudadanas.

Una propuesta recién aprobada por Cabildo de Badeba (Bahía de Banderas) es la colocación de letras grandes y espacio de estacionamiento en el acceso sur del municipio; no se sabe aún si estará ubicado donde actualmente está el letrero de Riviera Nayarit, pero se mencionó que debe destacar por encima de la marca del desarrollo hotelero que figura justo al borde del río Ameca y que da la bienvenida a los turistas que llegan desde el Aeropuerto Internacional de Puerto Vallarta.

Continuará…