Preparando un buen regreso a clases
Educación y parentalidad / Dr. Jesús Cabral Araiza
“El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces”.
Steve Jobs
Como cada inicio de ciclo escolar y en diferentes niveles educativos, las preparaciones y agobios son diversos y variados acorde a cada persona, institución y docente. En este caso deseo hacer algunas reflexiones y comentarios para los alumnos de educación superior que no son la excepción.
He sido afortunado al poder trabajar evaluando diversas instituciones en el país y el extranjero en lo que se refiere a la licenciatura en psicología, algunas de esas experiencias me han llevado inevitablemente a comparar y aprender de todo lo que he podido observar. Las instituciones como las personas, no son perfectas, sí perfectibles. En dicho sentido su tarea siempre es estar renovándose, aprendiendo nuevos conocimientos y crear las condiciones para que los alumnos aprendan de una mejor manera los conocimientos y destrezas que se esperan de ellos en un futuro profesional.
Sin embargo, no toda la responsabilidad recae en las instituciones y las actualizaciones de sus programas y personal. Hablemos justamente del rol y responsabilidad que toca a los educandos. En los diálogos que he mantenido con diversos coordinadores del programa educativo de psicología, las menciones a las actitudes y condiciones de rendimiento y resultados de formación, mantienen ciertas características para algunos de los alumnos que no les ayudan para lograr una formación integral profesional, nos referimos a los siguiente: actitudes de apatía, desanimo, falta de motivación, tratar de justificar su ausencia presencial o de trabajo con otras obligaciones, evasión de responsabilidades, entre otras.
Y justamente pensando en ello el mensaje alentador que espero llegue a esos alumnos es fomentar lo contrario, por ejemplo: pensar cuál fue la motivación personal para estudiar lo que se está estudiando, visualizarse como el profesionista que desea ser, saber que al iniciar una formación profesional se dejan cosas personales placenteras, pero se propicia un crecimiento personal y profesional.
A nadie corresponde vender la idea de que estudiar será bueno para la persona, ni siquiera a los padres, aunque claro está que es muy bueno saber y escuchar a los padres decir a los hijos que estudien para ser personas de bien y puedan vivir de los que han decidido estudiar. Pero al final del día son las propias motivaciones del educando las que lo podrán alentar y sostener en un mundo para el que las personas preparadas tendrán las mejores oportunidades, incluso ello no es garantía.
La escuela nos prepara y nos ayuda a desarrollar habilidades que ya teníamos o no, el punto es que entre dichas habilidades necesarias para cualquier profesión necesitaremos las siguientes: saber trabajar colaborativamente (en equipo) saber uno o más idiomas, desarrollar habilidades blandas (empatía, asertividad), tener creatividad, saber solucionar conflictos, gestionar (no depender de terceros), aunque es bueno igual saber en que momento se pide ayuda.
Procura cambiar la palabra Problema, por la de Reto y no dejes de insistir en solucionar. Nadie imprescindible, que al final del día no siempre estarán los padres o tutores para salvarnos de las situaciones que generemos, sean buenas o no tanto.
Vale la pena intentar hacer bien las cosas, aunque nos equivoquemos al intentar, para eso venimos, para formarnos profesionalmente, hagamos el mejor de los esfuerzos y estoy cierto que saldremos bien librados. Gracias por su lectura.