¿Por qué tanto “hate” hacia el youtuber “El Temach”?

Aprendiendo a ser feliz / Por: Psicóloga Hania Sosa

Mi recomendación es permitirnos ser receptivos a la información, sin importar su origen, y evaluar si es necesario validar su veracidad

La semana pasada comenzaron a circular en redes sociales clips de la entrevista que la periodista Adela Micha realizó al youtuber y tiktoker Luis Castillejo, “El Temach”. Si no la ha visto, se la recomiendo. Aprovecho este espacio para compartir algunas observaciones sobre este personaje que se ha vuelto tan polémico.

En dicha entrevista, El Temach se presenta como un creador de contenido de alto impacto para hombres, cuyo objetivo es darles voz para que sean escuchados y ofrecerles orientación sobre emociones y superación personal.

Para ser sincera, yo no sabía bien quién era este personaje hasta hace unos meses, cuando vi un meme en el que lo relacionaban con “el Chicharito” a raíz de un video también controversial, donde a ambos los tachaban de misóginos. Tuve que preguntar quién era y por qué lo etiquetaban de esa forma.

Gracias a esa pregunta se me abrió un mundo interesante de contenido digital relacionado con la forma en que los hombres viven hoy en día, y comprendí cómo, desde siempre, ellos también han enfrentado situaciones difíciles relacionadas con su género.

En otros artículos he mencionado que, afortunadamente, en los últimos años ha aumentado el número de varones que piden ayuda psicológica; sin embargo, también escribí sobre la dificultad que enfrentan los hombres para solicitarla y cómo suelen esperar mucho para hacerlo. Ahora quisiera relacionar estos temas con el de El Temach, ya que se complementan.

Adela Micha le cuestionó quién le había dado la autoridad para aconsejar a otros hombres sobre emociones, y él respondió que se la dan sus siete millones de seguidores, pues hoy la autoridad ya no la otorga un productor o una televisora, sino la gente. También argumentó que lo que comparte se basa en su experiencia de vida y en lo que otras personas (hombres y mujeres) le comparten.

Si bien es cierto que la información de las redes sociales jamás sustituirá a la de una consulta profesional, no podemos descartar que hay personas que nacen con —o desarrollan— la capacidad de transmitir mensajes que pueden beneficiar a otros, sin necesidad de una formación profesional. Considerando que los hombres suelen resolver sus problemas al modo “hágalo usted mismo”, no sorprende que el contenido de El Temach sea tan popular entre ellos.

Lo controversial de su contenido, desde mi punto de vista, quizás no es “su discurso” en sí, sino que los medios suelen segmentar la información de tal modo que solo recibimos partes que distorsionan los mensajes originales al sacarlos de contexto.

¿Cuál sería mi sugerencia? Desarrollar una mente crítica. Necesitamos cuestionar la información que nos llega, investigar sus fuentes y verificar su veracidad, pues cada vez hay más información falsa, independientemente de quién la transmita —incluyendo a los profesionales de la salud—, ya que no por ser un médico o psicólogo lo que dice es automáticamente verdad.

Mi recomendación es permitirnos ser receptivos a la información, sin importar su origen, y evaluar si es necesario validar su veracidad (cuando aplique) para después decidir si lo que se comparte resuena con nosotros. Independientemente de quién lo diga, habrá cosas que tengan sentido para tu vida y otras que no. Lo importante, creo, nunca será el mensajero, sino el mensaje, y si ese mensaje es o no para ti.

Psicóloga Hania Sosa Contreras 322 121 9959