Piensa como una tortuga: 4 aprendizajes vitales del proceso de sucesión
Empresa Familiar / Por C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas
Ímpetu y sabiduría son cualidades que no siempre van de la mano, pues una está en su apogeo durante la juventud; la otra, en la madurez. Es por eso que la sabiduría es parte del legado que debemos dar a nuestros hijos.
“El arte del liderazgo no consiste en perder el tiempo midiendo y evaluando. Se trata de dedicar el tiempo a crear una visión y hacer que otros la vean y la hagan realidad”. John Kotter
Cuenta una fábula que leí en algún rincón del internet, que alguna vez hubo un majestuoso halcón que, además, era el líder de una bandada. Todas las demás aves lo admiraban por su habilidad, su pericia y su capacidad para tomar decisiones en una fracción de segundo. Sin embargo, cuando el halcón comenzó a envejecer, su velocidad y fuerza menguaron. Preocupado por el futuro de su grupo, el halcón decidió buscar un sucesor.
Curiosamente, el halcón eligió a una tortuga. Algo raro, dado que las tortugas no pueden volar. Sin embargo, el halcón vio en este humilde animalito una cualidad que era fundamental: paciencia y sabiduría. Al principio, el resto de los halcones no estaba seguro de esta decisión, pero con el tiempo se dieron cuenta de que el enfoque tranquilo y constante de la tortuga era exactamente lo que esta impetuosa bandada necesitaba. Bajo el liderazgo de la tortuga, el grupo dejó de vivir al día y empezó a pensar en el largo plazo.
Menos halcones, más tortugas
Sabemos que el proceso de sucesión de una empresa familiar siempre es complicado, y también inevitable. Para las empresas familiares en México, la sucesión puede ser especialmente retadora, dado que muchas de ellas tienen una cultura similar a las del halcón: van a una velocidad vertiginosa, resolviendo el día a día, sin detenerse a pensar en el futuro. Por eso, hoy me gustaría que nos tomemos unos minutos para bajar las revoluciones y pensar en el futuro. A todos aquellos empresarios que apenas inician el proceso de sucesión, deseo compartirles algunos aprendizajes que pueden ayudarles a pensar más como tortugas y menos como halcones:
1er. aprendizaje: Toda sucesión exitosa emana de la planificación a largo plazo. Muchos empresarios se centran en el día a día de la empresa y no dedican suficiente tiempo a planificar su futuro; sin embargo, pocos proyectos tan adecuados como el proceso de sucesión para ponerse a planificar el porvenir de la familia empresaria y su proyecto de vida. En resumen, así como plantar un árbol, el mejor día para empezar a planear la sucesión fue el día de ayer. Si la sucesión da inicio por una emergencia, un acto de dios, o un fallecimiento, las probabilidades de que el proceso falle son altísimas.
2do. aprendizaje: La sucesión no la diseña el fundador en solitario; se planea en familia. La sucesión es un tema delicado que impacta a cada miembro de la familia empresaria, por lo que es fundamental que todos sus miembros estén alineados y comprometidos con el proceso. Es fundamental que haya una comunicación clara y honesta sobre los planes y expectativas de cada familiar. De lo contrario, la mala comunicación puede llevar a malentendidos y conflictos que, llegado el momento, pueden hacer que lo acordado en el proceso de sucesión no se respete.
3er. aprendizaje: Para que la sucesión sea exitosa, los miembros de la familia empresaria deben estar capacitados. Los miembros de la familia empresaria no pueden asumir nuevos roles sin antes estar preparados. Y preparar personas lleva tiempo, ¿no es así? Por lo tanto, debe hacer un programa de capacitación para aquellos jóvenes halcones que mañana serán los líderes de la bandada y lo más importante es que ellos quieran tomar este liderazgo.
4to. aprendizaje: La asesoría de un especialista no es un lujo, es una sabia precaución. El proceso de sucesión puede ser complicado y emocionalmente difícil, por lo que un consultor externo, sin conflictos de interés, emocionalmente impasible y poseedor de una mirada fresca y bien entrenada, puede ayudar a encauzar los ímpetus de todos los halcones de la familia. Recordemos que la sucesión no es algo que sucede todos los días. Es difícil que una familia empresaria tenga la misma experiencia y pericia que un especialista que atiende estos procesos todos los días.
Es importante recordar que la sucesión no es solo transferir la propiedad, dirección y el control de la empresa; en realidad se trata de preservar y hacer crecer la empresa con un capitalismo consiente para bienestar de todos los interesados y respetando los valores de esta. Estas cuatro breves lecciones pueden ayudarnos a anticipar los principales obstáculos que suelen aparecer en el camino, sin pagar el impuesto de los primerizos. Como dice el dicho y como bien ilustran las tortugas de las fábulas, más vale paso que dure que trote que canse, así que hagámonos tiempo para andar ese largo pero fructífero camino que es planear la sucesión.