Pepe, el arquitecto

La ciudad imaginada /Dr. José Alfonso Baños Francia

Reconocemos la gran valía en la huella que José Díaz Escalera dejó en Puerto Vallarta y su región

El pasado viernes falleció a los 85 años el arquitecto José Díaz Escalera, “Pepe” como era conocido en diversos círculos de nuestra comunidad. Con su partida se cierra una etapa fundamental en la arquitectura de nuestro puerto, aquella que iniciara en la segunda mitad del siglo XX gracias al talento de Fernando Romero Escalante y que fuera secundado durante varias décadas por Guillermo Wulff, Luis Favela y el propio Pepe Díaz.

Dentro de los rasgos distintivos de este género destaca la incorporación de cúpulas, arcos, muros de ladrillo aparente, azulejos en variados colores, adecuación con el paisaje natural, recursos que serían muy utilizados y que formarían parte de la identidad vallartense.

De acuerdo a datos compartidos en notas periodísticas, el arquitecto Díaz Escalera estudió en la afamada Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Arribó a Puerto Vallarta junto con su esposa Tatiana Borioli en 1963, gracias a la invitación del ingeniero José Steider, entonces director de FICSA Construcciones, empresa responsable de la construcción de la pista del Aeropuerto.

Posteriormente, se involucró en la edificación del hotel Posada Vallarta, uno de los primeros recintos de hospedaje en contar con las instalaciones requeridas por los turistas de aquella época, incluyendo restaurantes, bares, tiendas y varias piscinas. En el proceso constructivo, se enfrentaron a los retos de una población en ciernes como era la provisión de materiales, llegándose a instalar una fábrica de mosaicos y azulejos, así como de talento humano, atrayendo a una generación de profesionales del diseño y obra.

En 1990 fue presidente del Consejo de Colaboración Municipal de Puerto Vallarta, donde puso a disposición de la comunidad su experiencia en desarrollo urbano, participando en acciones como la pavimentación de la colonia Versalles, la regeneración de El Caloso, Palito Verde, Canoas, Buenos Aires y Remance, así como con la habilitación del tramo del boulevard Medina Ascencio del Aeropuerto al puente del Estero del Salado.

En el ámbito de la vivienda social, edificó más de 3 mil 500 unidades en la región e incursionó en el negocio hotelero con la marca Nautilus, misma que operó por varios años en la Marina Vallarta.

La última gran obra en que participó fue la controvertida sustitución del Malecón tradicional en 2011 por el que actualmente se despliega en el Centro de nuestra ciudad. Si bien hubo contribuciones positivas como la peatonalización del Paseo Díaz Ordaz, el proceso nunca fue claro y apareció la sombra del amiguismo o nepotismo en la asignación del trabajo. Pese a ello, el proyecto ganó la Medalla de Plata de la XII Bienal Nacional de Arquitectura Mexicana 2012.

Desde este espacio, reconocemos la gran valía en la huella que José Díaz Escalera dejó en Puerto Vallarta y su región, extendiendo nuestro pésame y solidaridad con su esposa Tatiana y sus hijos José Luis, Ricardo, Alejandro y Leonardo. Que descanse en paz Pepe, el arquitecto.