Orgullo mexicano

“Orgullo de ser mexicano y mas cuando extranjeros

quieren serlo, amo mi país y su gente” J. Cabral

Cuando analizamos desde la psicología de la interculturalidad aspectos variados de manifestaciones de los pueblos y las personas, nos encontramos con peculiaridades que merecen la pena detenernos un poco a pensar de sus porqués. Es el caso del llamado nacionalismo mexicano.

Y es que, a primera vista pareciera una cuestión de ego mal entendido como pasa con algunas las personas en la vida cotidiana. Sin embargo, pienso que, en caso particular de México, tenemos ya bastantes elementos socioculturales que hablan de una gran nación, de buenos sentimientos y de cosas bien hechas ancestralmente.

Ahora bien, aquí me paree pertinente hacer una aclaración contundente.  No me refiero a las malas personas, que no son así por ser mexicanas, esas las hay de cualquier nacionalidad y en diversos contextos, su origen es multifactorial y en diversas circunstancias e historias presentes y pasadas. Y hablar de los partidos políticos y muchos liderazgos en ellos que han dañado históricamente al país.

No, aquí deseo referirme a esos aspectos que dan color, razón y motivo a lo que hacemos como mexicanos todos los días, a lo que nos impulsa apara levantarnos, ir a trabajar o estudiar. Yo aquí me referiría inicialmente a la gente y su nobleza, reconocidos en todo el mundo por propios y extraños. Basta ver videos de reacciones de extranjeros que llegaron a México, incluso sin saber el idioma y se enamoraron inicialmente de su gente, después de su comida y demás elementos artísticos y culturales de esta gran nación.  

Y es que no es sorpresa ya que nuestro hermoso país, alberga entre otras cosas, una biodiversidad de las mas amplias del planeta, paisajes y costas que son la envidia de muchos, tradiciones culturales que son dignas de vivir por cualquiera, por mencionar algunas: día de muertos, peregrinaciones, día del grito de independencia, entre muchas más.  

Sin embargo, la principal causa de admiración y respeto, sigue siendo la gente, personas de diversos estratos que no dudan en buscar la justicia, ayudar al necesitado, ser solidarios y pensar en el bien común, los extranjeros al ver esas pequeñas muestras de afecto se desorientan, pues comparan que en muchos de sus países de origen no se dan esas formas de interacción. Por ejemplo, felicitar a un desconocido por su cumpleaños, ayudar con alguna moneda para completar el pasaje o una compra, ofrecer comida, desear buen viaje o provecho al terminar de comer. Cuando lo pensamos en comparación y perspectiva, considero que debemos sentirnos orgullosos de tener esos gestos de amor y humanidad, pues es lo que somos y caracteriza igual como mexicanos.

En esa perspectiva ¿ahora me explico mejor respecto al orgullo de ser mexicano? Ahora bien, ¿ya reflexionaste que de tus costumbres sociales y que aun prevalecen en ti, sigues mostrando a la gente que te rodea? Y no menos importante, ¿enseñas a los más pequeños con tu ejemplo?, pues a ellos les educas más que con explicaciones, lo haces con buenos ejemplos.

Te propongo que, en estas fiestas nacionales, el patriotismo lo expresemos siendo buenas personas de manera integral, pues ello hablara en si mismo que somos buenos mexicanos. Y no olvidar que los niños observan lo que hacemos y aprenden de ello. Necesitamos ser responsables e inculcar los mejores valores que tenemos.