Ojos de Dios
Recuerda, somos luz u obscuridad, elige qué quieres ser
Recuerda, somos luz u obscuridad, elige qué quieres ser, se siempre luz para los demás, sin envidias y sin hacer el mal, recuerda que valemos por lo que damos, sin juzgar a nadie, tú eres especial simplemente por existir.
Hola queridos lectores, es para mí un gusto poder saludarlos y platicarles de los “ojos de dios” que hacen como artesanía los huicholes, es muy interesante saber el significado que ellos les dan, y para qué los utilizan.
Cuando observo el trabajo que ellos hacen, los colores que utilizan, llenos de vida y en combinaciones geniales ¡son increíbles!
Me imagino que has visto alguno, a mí me encantan, primero que nada, cómo combinan los colores, no hay cosa más linda que verlos y admirarlos en sus artesanías.
Hace poco estuve en la ciudad de México, y me tocó la oportunidad de ver una exposición al interior de un gran hotel, estaban los huicholes, sentados todos juntos esperando que se hiciera la presentación de sus obras, por lo cual me entere de que si vendían una de ellas era para poder contribuir con ese talento, y formar escuelas para que ellos mismos les enseñen a su descendencia y continuar con la tradición para no perder lo que aportan con su cultura como los ojos de dios y esculturas de chaquiras.
Recuerdo que en un momento dado salí del hotel, y en la entrada estaban dos mujeres, vestidas de huicholes, con unos colores increíbles que portaban en su ajuar, llegué y me senté junto a ellas y me presente, les dije “hola me llamo Rose ¿me puedo sentar aquí con ustedes?, me respondieron que sí, entonces empezamos a platicar, una se llama maría y la otra Ofelia, les dije que yo amaba a los huicholes, que venía de la ciudad de Zacatecas, y que desde niña veía cómo vendían sus artesanías cuando bajaban de la sierra, y que mi mamá los admiraba y siempre, me decía, “obsérvalos qué limpios y qué trajes tan hermosos portan los bordados de los hombres, sus sombreros de plumas, las mujeres increíbles, para mí son un ejemplo de trabajo, bajan desde la sierra donde viven y venden sus cosas para vivir, y todavía la gente les regatea…” ella se paraba y siempre les compraba algo.
Precisamente recuerdo ese momento en el que ella paró, bajó de su coche, y les regalo un diezmo, 500 pesos a cada uno, se me quedó grabada la cara de admiración de ellos hacia mi madre, tan linda y bondadosa, una mujer admirable, toda una reina de la abundancia y de la amabilidad, hacia los demás.
Todo esto y les platiqué, y una de ellas se me quedaba viendo, en eso le pregunté, ¿el collar que llevas puesto me lo venderías?, se quedó pensando y me dice sí, ¿le dije en cuánto?, me contesta y se lo pago, y le doy un poquito más, se lo quita como a escondidas y me dice: “lo tienes que lavar con jabón para que lo uses, porque está sudado”, y le respondí, “está bien, así lo haré”, en eso saca una de sus bolsitas hermosa y lo pone ahí, y le cuestiono de dónde vienen, y me dice, “de san Andrés Jalisco” de la sierra, ante tal respuesta le pedí que me explicara el significado de los ojos de Dios y comentó, “nosotros los hacemos para la buena energía, y si usted tiene uno, debe pasarlo por su cabeza en forma circular para que le quite todos sus males…”
Me quede impresionada, me dice cada color tiene su porqué, y para qué, sirve pero en realidad es para curar los males del cuerpo.
¡Oh qué impresión me llevé!, también le pedí que me contara cómo es uno de sus días normales, a lo que me respondió:
“Nos levantamos tempranito cuando cae la mañana y caminamos dos horas para ir por el carbón, y regresando torteamos para la comida, vivimos muy simple, solo pensando que todo vendrá bien para nosotros, creemos en Dios y en el universo, la naturaleza nos arropa, y después trabajamos en lo que sabemos hacer, hablamos nuestro dialecto, pero muy poco el español, tenemos nuestras alabanzas a los dioses, con el peyote, donde sacamos los patrones de nuestra vida…”
En eso estábamos, cuando se bajan dos personas de un carro muy elegante y se acercan y les dicen Ofelia y maría ¿están bien? y le dicen sí señora, y les preguntan quién es esta señora, refiriéndome a mí, y les contento, soy una admiradora de ellas, soy Rose y vengo de Puerto Vallarta, a lo que me responden, “somos los papas del que organizó esta exposición”, sólo los felicité manifestándoles que soy una admiradora de esas preciosas mujeres
Cuando la pareja se retiró, me toma de la mano Ofelia y me dice, “pero cómo sabía usted que no traíamos dinero, me sorprendió, ¿cuándo la vamos a volver a mirar?, y les dije, “pronto, ya lo verán”, en eso me levanto y me despido de ellas, a lo que ellas me respondieron “es bendita señora”, ¡wow! me fui de lo más contenta por la experiencia que pasé con estos seres humanos llenos de bendiciones, sencillos y que saben cómo vivir con su espíritu y su universo.
Sólo me queda decirles, hay que ser sencillos, hay que saber esperar las oportunidades para crecer, sin olvidarnos de ser amables, y dando luz a los que nos rodean.
Recuerda, somos luz u obscuridad, elige qué quieres ser, se siempre luz para los demás, sin envidias y sin hacer el mal, recuerda que valemos por lo que damos, sin juzgar a nadie, sólo tú eres especial simplemente por existir.
Les deseo ser mejores en todo lo que hagan, sin competencia ni miedo a perder nada, porque Dios contigo, ¿quién contra ti?
Mil bendiciones, con amor Rose