Obrador ganó llegando al corazón

Fuera de la razón, lo importante es crear estímulos emocionales eficientes a las personas y que generen congruencia en el electorado

¡Impactante! Esa es la palabra con la que puedo definir la semana que acaba de pasar. La selección y la elección, ambas sacudieron a México.

La selección mexicana, la que le ganó a Alemania durante el primer partido, perdió como ya es costumbre en su cuarto partido, y una noche antes, Morena de la mano de su líder, Andrés Manuel López Obrador, ganó la contienda no solamente a nivel nacional, sino municipal y estatal.

Morena, un partido que tiene poco de haberse creado y que en las elecciones intermedias de 2015 se empezó a hacer notar, en 2018 ganó presidencias, estados, diputaciones y senadurías. Evidentemente acompañado de Andrés Manuel, nuestro presidente electo.

¿Cómo ganó? Aunque parezca raro a las nuevas generaciones, ganó siendo cercano a la gente. Ganó porque recorrió estado por estado para mirar a la gente a los ojos, tocarla, sentirla y hablar en su idioma.

No, una campaña novedosa sinceramente no me parece, porque si ustedes lo piensan no innovó, realmente lo que hizo fue hacer las cosas como antes, con mucho esfuerzo y perseverancia. Fue municipio por municipio sin importar su riqueza o su pobreza, se volvió el artista del pueblo al que todo mundo quería ir a ver, aquel que todo mundo quiere comprobar si realmente es como lo pintan o si “sale mejor en televisión”.

Sí, las redes sociales influenciaron en la decisión del electorado, pero no eran las publicaciones de López Obrador las que causaban revuelo, eran sus discursos, mismos discursos que retomaba el pueblo y los plasmaba en línea o en medios tradicionales (a favor o en contra), porque sin duda él sabe qué botones de la ciudadanía tocar para marcar agenda.

Llegó al corazón de los mexicanos y la prueba es que 30 millones de personas votaron por él, por la justicia social que tanto promovía, por acabar con la desigualdad existente en nuestro país y por los sueños y anhelos que conlleva tener una vida mejor.

Una vez más comprobamos que fuera de la razón, lo importante es crear estímulos emocionales eficientes a las personas y que generen congruencia en el electorado. Una vez más comprobamos que las redes sociales en México sí son muy importantes, pero de ninguna manera lo son todo. La inversión mayor debe ser en tiempo para ir a platicar y conocer las necesidades de la audiencia.

Roberto Franco Briones

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