Negocios pet friendly
ConCiencia Animal / MVZ Carlos Arturo Martínez Jiménez
Un negocio que, en sus valores, políticas o marketing, se denomina con el término inglés pet friendly, es una tendencia en la cual no solo se permite la entrada y estadía de las mascotas —en su mayoría perros y gatos— al establecimiento, sino que también ofrece una serie de productos o servicios añadidos que buscan atraer y fidelizar a los propietarios de animales de compañía. Estos incluyen bares, restaurantes, cafeterías, salones de belleza y spas, centros comerciales, hoteles, heladerías, etcétera.
Si bien los animales de compañía están adquiriendo mayor importancia en la vida de las personas, y un negocio pet friendly parece promover una imagen positiva y una mejor valoración hacia los animales, así como generar una mayor empatía que podría atraer nuevos clientes y mayores ingresos, el desarrollo del comportamiento social en relación con los animales y la vinculación de la comunidad con ellos es proporcional a la responsabilidad que no siempre recae directamente en el negocio. La percepción de los consumidores podría verse afectada negativamente, ya que, como toda idea innovadora, tiene sus pros y contras. En ese sentido, es importante ser realista y reconocer si los propietarios y sus mascotas cumplen con las condiciones zoosanitarias y etológicas necesarias, o si el negocio cuenta con protocolos ante contingencias, accidentes o problemas de seguridad e higiene.
Las mascotas pueden generar problemas de sanidad, distracción y riesgo. Es posible que un cliente o empleado sea alérgico o presente alguna fobia hacia los animales. Además, se debe tener en cuenta una mayor exigencia en el manejo de alimentos, tanto para humanos como para animales. Es necesario establecer un protocolo para garantizar que los animales que ingresen al negocio tengan sus esquemas de desparasitación interna y externa, así como sus calendarios de vacunación al día. También puede haber casos en los que las mascotas no socialicen bien y causen conflictos con otras, o que sean inquietas y destructivas con su entorno. El personal debe tener el tacto y la sensibilidad necesarios para hablar con los propietarios y hacerles responsables en caso de que surjan inconvenientes con otras mascotas o con la seguridad del local.
Además, cabe preguntarse: ¿qué espacio tendrán aquellos clientes que no simpaticen con la idea de un negocio que acepte perros y gatos? Estas personas también tienen derecho a expresar sus preferencias. ¿El personal del negocio cuenta con los procesos y la capacitación necesarios para garantizar medidas higiénicas óptimas en todas las áreas?
Los negocios pet friendly pueden tener un alto nivel de rentabilidad, pero también conllevan una gran responsabilidad, ya que hablamos de salud pública, un pilar clave de una sociedad sana. Por lo tanto, las recomendaciones son las siguientes:
- Establecer lineamientos claros sobre lo que está permitido y lo que no, como las áreas en las que los animales pueden acceder, o si hay zonas especiales designadas, como terrazas pet friendly.
- Solicitar cartillas de vacunación y desparasitación actualizadas, y negar el acceso si no se cumplen estos requisitos.
- Adecuar los espacios de acceso para perros y gatos, garantizando que sean seguros y óptimos. Esto incluye contar con mobiliario especial y gestionar adecuadamente los desechos de las mascotas.
- Proporcionar basureros acondicionados para recibir los residuos de las mascotas.
- Ofrecer comederos y bebederos de manera individual; es muy riesgoso utilizar comederos o bebederos comunitarios.
- Implementar protocolos rigurosos de limpieza y desinfección de todas las áreas para cumplir con las normas de salubridad, y capacitar al personal para realizar estos procesos de manera correcta. También es importante entrenar al personal para lidiar con posibles altercados o problemas que puedan surgir con los animales, como un ataque.
- Un negocio pet friendly es un arma de doble filo. Incluir a las mascotas en la experiencia de un negocio no siempre tendrá un impacto positivo, ya que es una experiencia multisensorial que, sin las medidas y capacidades adecuadas, podría convertirse en una pesadilla.
Como cliente, exija estas medidas por la salud de su mascota y de su familia. Como negocio, tenga en cuenta estos factores antes de abrir o continuar con esta tendencia. La salud pública es responsabilidad de todos.