Los retos y la zona de confort
Educación y parentalidad / Jesús Cabral Araiza
“El tiempo pasa rápido, pero con cada proyecto siempre quiero encontrar el próximo reto y el siguiente reto es tan emocionante como lo fue el anterior.” Alexander Wang.
Siempre será gratificante, y en cierta medida permanecer, en una zona de confort, pues en ella nos permitimos sentir que dominamos el entorno, de igual manera que no hay amenaza que nos inquiete y que tenemos un nivel de expertis que pocos poseen, ello entre otras “ventajas” que observamos sobre los otros.
Sin embargo, poco reflexionamos en que de esa misma manera se ocultan algunas desventajas, que si no somos autocríticos y exigentes con nosotros mismos, nos podrá pasar la factura de nuestra complacencia y comodidad por permanecer sin cambio, sin movimiento, sin ocuparnos decrecer y que ello implica, salir justamente de la zona de confort.
Recientemente estoy enfrentando un reto institucional por asumir un nuevo cargo directivo, para el que me motiva enormemente tener incidencia en la formación de futuros profesionistas, claro está que no siempre salen las cosas como uno quisiera, sin embargo y como he señalado, las dificultades se pueden sortear de mejor manera si se cuenta con el apoyo de redes sociales y de la buena actitud de quienes forman parte del proyecto.
Pero, ¿qué consideraciones deberá realizar quien esté saliendo de una zona de confort como reto personal?, sugiero lo siguiente:
1. Evaluar lo más objetivamente las condiciones personales y capacidades propias.
2. Evaluar las alianzas y apoyos manifiestos o seguros del grupo de apoyo o personas involucradas en el nuevo proyecto.
3. Realizar una planeación detallada y estar preparado para que la realidad te haga los “ajustes” imprevistos a tu plan de acción.
4. Evaluar puntualmente el momento psicológico por el que se está pasando, y considerar si es el mejor para afrontar los nuevos retos. De cualquier manera, vale la pena considerar que por más que se planeen las cosas, muchas veces sucede lo menos pensado, pero no solo en aspectos en contra, igual pueden suceder cosas que favorecen el logro de los objetivos.
Por otra parte, los retos siempre nos harán crecer, ya depende del carácter y personalidad de quien los afronta el resultado que pudiera obtener, pero una cosa segura es que habrá crecimiento y experiencia, y la mayoría de las veces la vida ya no es la misma para quien afronta dichos retos. Si lo pensamos con calma, la vida no nos deja en paz del todo, todos los días afrontamos retos, unos más pequeños que otros, pero todos los días los hay, desde pensar qué voy a desayunar o cómo me voy a ir vestido al trabajo o escuela, hasta cómo voy a resolver esa situación laboral o escolar que me agobia.
En la actual situación post- pandemia, los retos se han multiplicado para la mayoría de la población, pero el carácter, las herramientas y fortalezas de quienes los afrontamos, se ponen en juego cada día a fin de poder sortearlos de la mejor manera. El nervio a enfrentar lo nuevo, el estrés que produce puede ser incluso usado a favor de quien se mantiene más atento y concentrado para afrontar dicho reto. Confió en salir adelante y que, si usted amable lector igual tiene un reto en puerta, confié en sus capacidades y su trabajo constante, seguro saldrá adelante. Gracias por su lectura.