“Lorena Ochoa Reyes”

Esta escultura pertenece al rango de las cívicas y nos remite, de inmediato, al origen mismo de la representación en bulto redondo, ya no de dioses, como había sido hasta entonces, sino de hombres vivos a quienes quisieron honrar sus patrias por haber triunfado en las competencias deportivas. Como ejemplos insignes nos quedan el auriga de Delfos, el discóbolo de Mirón o el dorífero de Policleto, canon, además de la belleza masculina.

Posteriormente, la escultura cívica se redujo al campo político y se destinó a figurar gobernantes, funcionarios, cortesanos o personajes de relevancia histórica. No es fácil encontrar una ciudad en la que, como en las griegas, se incluya a una deportista viva entre los próceres de antaño, nacionales o locales, reales o sublimados por las ideologías y la adulación. Puerto Vallarta tiene esa singularidad y por eso conviene destacarla.

“Lorena Ochoa Reyes” se destaca también por ser un magnífico retrato, obra del maestro Octavio González Gutiérrez, quien representó a la golfista en plena competencia. La figura, de dos metros de altura, es un vaciado en bronce a la cera perdida, patinado en verde, con estructura interna de acero inoxidable. Por la inercia del swing, el palo de golf queda detrás del cuerpo en torsión, tras haber enviado lejos la pelota.

El encargo provino de la Secretaría de Turismo del Estado de Jalisco, que la donó al H. Ayuntamiento de Puerto Vallarta.

Al aceptar la donación en su Sesión Ordinaria de Cabildo del 15 de marzo de 2012, el H. Ayuntamiento aprobó por unanimidad el Dictamen de las Comisiones Edilicias, asesoradas por la Comisión Transitoria para el Ordenamiento, Registro y Preservación del Acervo Patrimonial Escultórico del Municipio de Puerto Vallarta, que proponían instalarla en la glorieta ubicada en el extremo poniente de la Avenida Paseo de La Marina, junto al campo de golf de Marina Vallarta.

Pero el Gobierno del Estado no quedó satisfecho con el emplazamiento. A solicitud del Gobernador de Jalisco, licenciado Emilio González Márquez, el Presidente Municipal de Puerto Vallarta, licenciado Ramón Demetrio Guerrero Martínez, la trasladó en diciembre de 2012 al Malecón de la Marina, contraviniendo, tanto la decisión del H. Ayuntamiento, como el Reglamento del Malecón, donde no están permitidas las esculturas cívicas, sino únicamente las decorativas.

El pedestal se construyó muy bajo, de manera que facilitó las acciones de los depredadores. En el tiempo en que estuvo en el Malecón de la Marina le robaron el palo de golf dos veces.

En el mismo pedestal se puso una placa de bronce, con la siguiente leyenda: “El Gobierno de Jalisco, a través de la Secretaría de Turismo y el Ayuntamiento de Puerto Vallarta, brinda homenaje a Lorena Ochoa Reyes por su labor como embajadora turística de Jalisco”.

En 2020 el Instituto Vallartense de Cultura regresó a Marina Vallarta la estatua de Lorena Ochoa Reyes, pero ahora se la instaló en el Paseo de la Marina Norte, cerca del que había sido su emplazamiento original.

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