Lo que debes saber sobre el sarampión para proteger a tus hijos
El bienestar de tu bebé / Por: Dr. Javier Ortiz / Pediatra
Hola, mamás y papás:
El sarampión es una enfermedad infecciosa aguda y altamente contagiosa, causada por un virus del mismo nombre, que pertenece a la familia Paramyxoviridae, género Morbillivirus. El virus se transmite a través de pequeñas gotas que salen de la nariz, boca o garganta de una persona infectada, especialmente cuando esta tose o estornuda.
Después de un periodo de incubación de aproximadamente 8 a 12 días, durante el cual no hay síntomas, inician los siguientes signos y síntomas.
Signos y síntomas del sarampión
El sarampión comienza con una fase prodrómica (pre-eruptiva), que incluye fiebre alta, tos seca, secreción nasal, ojos rojos (conjuntivitis) y manchas de Koplik (pequeñas lesiones blancas) en la mucosa bucal. Luego aparece una erupción cutánea de manchas rojas que inician en la cara y se extienden al resto del cuerpo. También pueden presentarse malestar general, pérdida de apetito y diarrea.
Protección contra el sarampión
La principal medida preventiva es la vacuna triple viral (que protege contra sarampión, paperas y rubéola). La primera dosis se aplica a los 12 meses de edad y la segunda a los 6 años. En casos de brote, se puede vacunar desde los 6 meses, pero luego se debe reforzar con la dosis correspondiente a los 12 meses.
Es fundamental evitar la exposición a personas infectadas, mantener una buena higiene de manos y desinfectar superficies y objetos. La lactancia materna es protectora, ya que aporta anticuerpos que ayudan a prevenir infecciones.
Manejo y cuidados
No existe un tratamiento antiviral específico para el sarampión; el manejo es sintomático. Se debe mantener una hidratación adecuada, guardar reposo, controlar la fiebre y vigilar signos de complicaciones, como dificultad respiratoria. Se debe evitar la exposición a otros niños para prevenir contagios y consultar al pediatra ante cualquier duda o signo de alarma. En casos graves, puede requerirse hospitalización. La suplementación con vitamina A es recomendada en algunos casos para disminuir las complicaciones.
Aspectos importantes a considerar
- Las mujeres embarazadas no vacunadas tienen mayor riesgo de parto prematuro y muerte fetal si contraen sarampión.
- La vacuna no se administra durante el embarazo ni a niños con fiebre alta.
- La lactancia no contraindica la vacunación ni presenta riesgos.
- Es crucial cumplir con el calendario de vacunación para prevenir la enfermedad y sus complicaciones.
- El sarampión es muy contagioso y se transmite por vía respiratoria.
- El aislamiento debe mantenerse desde cuatro días antes hasta cuatro días después de la aparición del exantema (erupción cutánea).
- Evitar el contacto con personas inmunodeprimidas, embarazadas sin inmunidad o niños no vacunados.
Qué observar en casa
- Ante una fiebre alta inexplicable, acompañada de tos y secreción ocular o nasal, se debe consultar al pediatra.
- Vigilar la aparición de manchas rojas en la piel, especialmente si comienzan en la cara.
- No automedicar sin un diagnóstico profesional.
El sarampión puede causar complicaciones graves como neumonía, encefalitis, diarrea intensa y ceguera, especialmente en niños malnutridos o con sistemas inmunitarios debilitados. No existe un tratamiento específico para la enfermedad, pero la vacunación es la medida preventiva más efectiva.
En resumen, la prevención mediante la vacuna es esencial; la lactancia materna ayuda en la protección, y el reconocimiento precoz de los síntomas, junto con un manejo adecuado, son claves para evitar complicaciones por sarampión en los niños. Conocer esta información ayuda a proteger a los hijos y a actuar a tiempo, reduciendo riesgos.

