La zooonosis: Un problema subestimado por todos
ConCiencia Animal / MVZ. Carlos Arturo Martínez Jiménez
El término conceptual de zoonosis es actualmente utilizada para denominar a las enfermedades que se trasmiten entre los animales y los humanos en un plano practico científico de la salud publica dejando a un lado las vicisitudes de los pensamientos antropocentristas.
Una zoonosis requiere de una cadena de elementos estrechamente ligados que incluye el agente etiológico zoonótico como lo son los virus, bacterias, parásitos y hongos, una fuente inmediata o reservorios, un método de transmisión, un método de penetración en el hospedero y una población humana susceptible.
El aparente aumento global de las zoonosis puede ser debido principalmente a la incorporación de la actividad humana nuevos territorios que contienen reservorios naturales de infección confinadas, y que la velocidad de los medios de transporte facilita su rápida diseminación, aunado a la adaptación de los agentes etiológicos a nuevas condiciones ecológicas, además de la producción y distribución internacional de alimentos y sus deficientes medidas de control zoosanitario en los países, los cambios climáticos y ambientales, crecimiento de la población mundial y sus factores demográficos como las migraciones, además que en ciertas regiones como Puerto Vallarta existe un factor a añadir, que es el componente epizootiológico de la interacción de los animales domésticos con la fauna silvestre.
Todo esto converge en la vital función del Médico Veterinario Zootecnista en la sociedad y su labor diaria en prevenir y controlar zoonosis emergentes o reemergentes, y es que detrás de cada vaso de leche y sus derivados como el yogurt, crema, queso o mantequilla, cada kilo de carne de pollo o cada huevo, cada corte de carne de res o cerdo hay un médico veterinario que directa o
indirectamente está vigilando que en tu mesa no exista resquicio alguno de enfermedades como Brucelosis, Tuberculosis, Encefalitis Equina, Fiebre Aftosa, Cisticercosis, Hidatidosis entre muchas otras.
Velar la salud pública
Y usted que me está leyendo y que quizá desconozca esto, o futuro colega que tiene pensado estudiar esta hermosa profesión, algo tiene que quedar muy claro: LA PROFESION DEL MÉDICO VETERINARIO FUE CONCEBIDA PARA VELAR LA SALUD PÚBLICA A TRAVES DE LOS ANIMALES, incluyendo al médico veterinario enfocado a los animales de compañía, que lejos de conceptualizarlo fuera de este factor, es todo lo contrario ya que la tendencia de incorporar una
mascota al círculo social es más que evidente y que la función de velar la salud publica procurando la salud mental y emocional del ser humano mediante el cuidado de la salud integral de la mascota también es el evitar alguna enfermedad zoonótica rompa el equilibrio entre propietario y su animal de compañía como lo es la rabia, rickettsiosis, leptospirosis, Toxicaríasis, entre decenas de otros.
Es incuestionable que los animales de compañía son reservorios, portadores y transmisores de muchos agentes patógenos, y que por el creciente valor que ha adquirido por el vínculo emocional, predisponen una mayor exposición de la población a las zoonosis, ya sea por vía directa o indirecta, circunstancial o sistemática a través ellos, por otras formas de vida, por vehículos o materia inerte.
Subestimación del problema
Si hasta este momento usted está alarmado, paranoico o hasta enojado por el planteamiento de la situación, le pido que lo tome con calma y que no se preocupe, pero sí que se ocupe del tema, porque si hay algo que, sobre todo a la comunidad del puerto y al parecer en muchísimas otras regiones del país, es casi el mismo problema es la absoluta subestimación por parte de la sociedad.
Subestimado por muchos propietarios, su irresponsabilidad de no proporcionar la medicina preventiva como son las vacunaciones, desparasitaciones y respuesta inmediata a los animales enfermos con un médico veterinario, que los deja salir sin correa ni vigilancia a la calle, que contribuye a la sobrepoblación al no esterilizar a su animal de compañía o la humaniza sin prevenir múltiples factores que exponen a una posible zoonosis.
Subestimado por muchos médicos veterinarios ante la exclusión de los métodos clínicos, girando la problemática fundamentalmente a la falta y menosprecio de una cabal anamnesis, examen físico y pruebas tan vitales para obtener información de posibles zoonosis como exámenes coproparasitoscopicos, tinciones de sangre, tricogramas, hematología entre otros.
Subestimado por los activistas pro animales, que en sus acciones pareciera que ven a la zoonosis como un mito, una fantasía o una exageración, y es evidente su desprecio solo por el hecho de que no congenia con sus ideologías y gestiones, pero que nunca aportan un fundamento científico, o a este lo maquillan, mutilan o manipulan poniendo en muchas ocasiones en riesgo su propia salud y la
pública.
Y finalmente subestimado por las autoridades que es en punto de más riesgo, porque sus acciones tan carentes de criterio científico, trabajo educativo y de regulación publica, pero tan abundante en populismo y demagogia, podrían propiciar incluso aceleración de dichas enfermedades sobre sus condicionamientos e impactos a la salud pública, y por ende, al turismo.
Por eso es importante considerar el daño pluri factorial que las zoonosis representan y que no corresponde únicamente a unos cuantos el evitar su diseminación, es absoluta responsabilidad de todos inclusive si tienes o no, o si te gustan o no los animales.