La visión de Ayn
Ayn Rand escritora y filósofa rusa nacionalizada estadounidense y considerada como la “Madre del objetivismo racional y egoísta”, hace más de 70 años señaló en su obra La rebelión de Atlas, las siguientes palabras:
“Cuando adviertas que para producir necesitas obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebes que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando percibas que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no te protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra ti; cuando repares que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto sacrificio, entonces podrás, afirmar sin temor a equivocarte, que tu sociedad está condenada.”
Las aseveraciones de la escritora son tan claras, breves, concisas y precisas que no requieren mayor preámbulo, ni tampoco explicación sobre la cultura política global. Sin duda, pareciera un retrato hablado del proceder de muchas naciones, pero particularmente del decadente sistema político mexicano: “No puedes comerte la torta y a la vez tenerla” sentenció también Rand.
La mayoría argumenta: Es culpa del sistema o, mejor dicho, es nuestra herencia política. Ante tal afirmación y en contrapartida también cabe mencionar otra de tantas frases célebres de la escritora y filósofa: “La pregunta no es quién me lo va a permitir, sino quién va a detenerme”
La respuesta, aunque suene un poco paradójica también es de la propia escritora: “Para poder manejar a la naturaleza, hay que obedecerla, o mejor aún, el deseo no hará que ello suceda”. Para tal efecto, sólo hay que mirar por tres minutos (tiempo suficiente) las noticias del acontecer mundial, nacional y local y comprenderemos la sentencia.
Ni que decir sobre la siguiente frase que a más de un político convendría leer “La existencia para ti es una gigantesca farsa, un acto que representas para los demás; cada uno siente que él es el único fracasadoculpable, cada uno ubica su autoridad moral en el incognoscible que sólo los demás conocen, cada uno finge la realidad que siente que los demás esperan que finja, y sólo algunos tienen el coraje de romper el círculo vicioso.”
Asimismo, es fundamental señalar que la obra más importante de la escritora ruso-estadounidense fue precisamente “La rebelión de Atlas”, la cual vendió millones de libros y fue uno de los best sellers que más influyó en la vida de los norteamericanos, ya que el libro relata una rebelión ficticia de los grandes empresarios contra el gobierno y los políticos de Estados Unidos.
Además, lo que sigue llamando la atención de la filosofía de Rand a nivel mundial -incluso su obra ha sido objeto de tesis doctorales y producción cinematográfica- son sus pronunciamientos proféticos contra el sistema, además de que también es una obra repleta de pensamiento universal, lo que lo vuelve un texto vigente hasta nuestros días.
Sin duda, leer a Alisa Zinóvievna Rosenbaum, mejor conocida como Ayn Rand; no es sólo un deleite para los sentidos y recalcitrante para el alma; sino como se menciona en la sinopsis de su obra: es un relato de misterio, el cual no trata del asesinato físico de una persona, sino de la muerte y resurrección del espíritu humano:
“La vida del hombre, tal como lo requiere su naturaleza, no es la vida de una bestia sin mente, de un bandido saqueador o de un místico vagabundo, sino la vida de un ser pensante; no es la vida por medio de la fuerza o el fraude, sino la vida por medio del logro; no es la supervivencia a cualquier precio, ya que sólo hay un precio que pagar por la supervivencia humana: la razón. masryram@msn.com