Por la salud de la empresa
Si una empresa familiar es bien gestionada, no sólo se evitan o disminuyen conflictos
Los conflictos por fallas de comunicación, son una de las principales causas que perjudican el crecimiento y rentabilidad de la empresa familiar.
-Mario Rizo
Empresa Familiar
“Para lograr más no basta sólo ambicionar más. Hay que aprender más, crecer más, servir más. Aspirar a mejorar cosas sólo es posible si primero aspiramos a ser mejores personas.”
-Mario Rizo
Si una empresa familiar es bien gestionada, no sólo se evitan o disminuyen conflictos, sino que se transforman en organizaciones con un potencial enorme. A lo largo de mucho tiempo, en los artículos que escribía, charlas que otorgaba o conferencias que sostuve, porque así lo creía, era que la esencia de que las empresas familiares eran problemáticas por naturaleza, que por su constitución y estructura genera conflictos en la mayoría de los casos.
Es posible afrontar la conversación con un familiar, en lo que respecta a la evaluación de su desempeño, sin dañar la relación y logrando un consenso sobre los aspectos a mejorar en la performance.
En las prácticas que genera ese círculo virtuoso a mayor rentabilidad mejor armonía, una de las imprescindibles es el de la evaluación de desempeño de los familiares que trabajan en la empresa.
En las empresas familiares no es habitual el decirle a un familiar que trabaja en la empresa que está haciendo un buen trabajo o un mal trabajo. Cuando se dicen estas cosas generalmente están fuera de norma o de lo esperado, porque lo que se hace bien, por alguna razón, la mayoría de las familias nunca lo dice, genera la actitud de defensa y rechazo de parte del criticado, y esto genera un conflicto.
Lo más recomendables es “mandar decir”. De esta manera se demuestra que no estamos conforme, se le dice a al jefe del involucrado o alguien cercano, esperando que hable abiertamente, cuando el jefe o el compañero es generalmente mediadores que trata de evitar todo tipo de conflictos y entonces también “sugiere”.
- Mi hijo no me hace caso.
- ¿Y usted hace o le dice algo?
- No, comienza a justificar de que está cansado por tanto trabajo.
- ¿Y entonces que hace?
- Le pongo mala cara toda la mañana.
Como este ejemplo existen muchos otros que podemos ver en las empresas familiares.
Es recomendable que para evitar o disminuir este tipo de conflictos y otros muchas veces más graves, es imprescindible generar un ámbito que cuenta una serie de pautas en una conversación de evaluación.
Evitar esquivar la conversación de evaluación: Generalmente las personas tendemos a evitar realizar una evaluación de desempeño porque nos cuesta señalar las dificultades de trabajo de otra persona; porque tememos herir a la otra persona; o que se enoje; o que surjan discusiones intransigentes.
Convertirlo en una “buena práctica” laboral: Un proceso de evaluación de desempeño es una herramienta fundamental para la gestión del negocio ya que apunta a mejorar la performance de los colaboradores- ya sean parientes o no – y, así, orientarlos a lograr cumplir satisfactoriamente las responsabilidades de su campo de trabajo.
No hablarlo con personas inadecuadas: No está mal intercambiar opiniones con alguien respecto a cómo se desempeña laboralmente otra persona, pero se debe ser cuidadoso ya que la mayor parte de las veces el tema se va comentando de unos a otros, formando una red de conversaciones muy compleja de manejar, que incrementa la tensión y sólo empeora la situación.
Prepararse para abordar el tema ¿Cómo prepararse psicológicamente? es conveniente desplegar el escenario más temido. Cuando uno se enfrenta a la situación o decisión más difícil, algo se reordena dentro de uno.
Pedir ayuda profesional: Contar con una mirada externa no involucrada en la situación, será de mucha ayuda para ordenar las ideas.
No hacer reproches ni mentir: “No se trata de ti contra mí, se trata de nosotros contra el problema”.
Apuntar al futuro: Focalizarse demasiado en hechos que sucedieron en el pasado, no es conveniente. Lo ideal será que puedan nombrarse algunos hechos, con el fin de evitar que sucedan en un futuro, y no como un mero reproche. Concentrarse en poner foco en el futuro, es la mejor alternativa.
En el protocolo familiar definimos una cláusula que obliga a llevar a cabo esta práctica en el periodo definido, el mecanismo para efectivizarlo es único en cada empresa, es decir se debe adaptar a la estructura de la empresa y la familia, para esto hay que definir también, quien evalúa. En las organizaciones muy grandes este proceso se lleva a cabo mediante el mecanismo normal, es decir cada jefe evalúa a sus subordinados, sean estos familiares o no.
En todos los casos, aquellos familiares que forman parte del comité de evaluación deben capacitarse en alguno de los métodos disponibles para evaluar desempeño.
En las empresas de menor tamaño debe evitarse que el superior inmediato, sobre todo si este no es familiar, evalúe a un familiar que luego va a estar, seguro, en la reunión de accionistas, entonces de alguna manera será su superior.
Si algún familiar obtiene una evaluación muy baja, las cosas a mejorar están fuera de su capacidad o el mal desempeño tiene que ver con ir en contra de los valores de la familia, entonces se informa al Consejo de Familia y este decidirá qué hacer con él.
Dentro de las prácticas para descubrir ese tesoro que las Empresas familiares llevan dentro de sí, esta evaluación de desempeño muestra las mejoras más visibles.
Los conflictos por fallas de comunicación, son una de las principales causas que perjudican el crecimiento y rentabilidad de la empresa familiar.
-Mario Rizo