La indolencia ecocida en Puerto Vallarta
Hablemos en Serio / Javier Orozco Alvarado / Investigador de El Colegio de Jalisco, A. C.
El pasado domingo 20 de marzo, casi entrando la primavera, aparecieron miles de peces muertos en las playas de nuestro municipio; desde los Arcos de Mismaloya hasta la playa de los Muertos. Aunque técnicamente existen diversas causas por las cuales se generan estos lamentables ecocidios, como las altas temperaturas, el aumento de algas marinas, la reducción de oxígeno o el incremento de sustancias contaminantes; lo cierto es que en Puerto Vallarta han aumentado las descargas de aguas negras, tanto en sus afluentes principales como en las aguas del océano. De hecho, la población local ha sido testigo de las descargas de aguas fecales en el rio Pitillal sin que las autoridades digan o hagan algo para inspeccionar o sancionar estos ilícitos.
Aunque estas irregularidades comenzaron desde la pasada administración con los gobiernos de Movimiento Ciudadano, los señalamientos sobre las constantes descargas de aguas negras en plena vía pública en el centro de la ciudad han sido constantes, sin que las autoridades hagan algo por resolver estos problemas.
Lamentablemente, ni las autoridades, ni los colectivos, ni la sociedad o los centros de investigación ponen atención sobre este grave problema que nos afecta a todos. Especialmente a quienes vivimos en esta localidad, a quienes trabajan en la actividad turística y a los dueños de hoteles, restaurantes y bares, que dependen también de esta noble actividad.
El estrés ambiental que enfrentan actualmente nuestros ecosistemas, no sólo perjudica la vida acuática y la vida silvestre de nuestro entorno, sino también la capacidad hídrica para la producción de agua potable para el consumo de la población, razón por la cual es cada vez más escasa y de mala calidad en nuestro municipio.
Tanto la corrupción, como la apatía o el analfabetismo legal, han sido algunas de las causas del imparable deterioro ambiental de nuestro municipio, pues nuestra Constitución es muy clara en la delimitación de responsabilidades; sobre todo porque en el párrafo 5to del Art. 4to Constitucional se establece puntualmente que “toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley”.
Así las cosas, es obligación de las autoridades municipales, al igual que las educativas y de investigación, como el CUC de la Universidad de Guadalajara; el explicar e investigar objetivamente las causas de estos lamentables hechos, para delimitar responsabilidades y poner orden en materia de ecología y medio ambiente en favor de la sustentabilidad y sostenibilidad del desarrollo turístico de Puerto Vallarta.
Resolver los problemas ambientales no es solamente una obligación moral o constitucional, pues no debemos olvidar que México ha suscrito acuerdos internacionales como el protocolo de Kioto y el Acuerdo de París COP 26 de la Agenda 2030, en los que está obligado a implementar nuevas Tecnologías Sustentables y Renovables para afrontar el cambio climático e innovar los servicios municipales de agua potable y saneamiento de aguas residuales, entre otros.
De la misma manera, estamos obligados en atender y resolver la problemática de conservación, mantenimiento, mitigación, recuperación, reparación y restauración de nuestras áreas naturales. Sobre todo porque, desde 1972, en la Convención de París sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, se enfatizó en la importancia de exigir la conservación del patrimonio de los pueblos, recurriendo, inclusive, al apoyo de la comunidad internacional, en caso de omisión. Por eso, atendiendo a todo ello, tenemos el derecho a exigir a las autoridades que cumplan con sus obligaciones y sus responsabilidades de frente a las necesidades de nuestra población.
Marzo 21 (Natalicio del Benemérito de la Américas e inicio de la primavera 2022)